Cap 5. Vida normal

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Después de aquel día, poder dormir plácidamente fue un placer enorme.

Llegó la mañana y abrí los ojos. Vi el mismo techo que había visto antes de dormirme, el de la habitación de la casa de Shiro, eso significaba dos cosas: que lo que pasó ayer no era un sueño y que Nito todavía no tenía el poder suficiente para invocarme forzosamente a Firstoud.

Como Shiro seguía durmiendo decidí preparar un desayuno equilibrado para los dos.

- ¡Tengo un plan! -pensé para mí mismo-. Cuando Shiro se despierte le diré los sentimientos que tengo hacia ella, ¡esta vez no puedo fallar!

Me levanté sigilosamente de la cama y fui a la cocina a preparar el desayuno.

- Debería pensar algo ingenioso... y si... Mmm... no sé... ¿Qué tal si le hago una tortita con un corazón o algo así?, naa, muy cursi. ¿Y si hago un montón de comida y le digo que esa cantidad de comida es la cantidad de afecto que le tengo?, naaa, demasiada pereza preparar tanta comida...

Abrí el armario de la cocina de Shiro y vi que habían unos cereales rellenos de leche. - ¡Estos me encantan! y supongo que si ella los tiene en su armario también le gustan... ¡Decidido!

Empecé a preparar dos tazones con leche y les eché una gran cantidad de cereales a ambos.

De repente escuché que la cama donde dormimos Shiro y yo empezaba a chirriar - ¡Mierda! ¿¡Ya se ha levantado!? ¡Quería hacer unas tostadas o algo más!

- ¿Ya te has levantado Cloud? - dijo Shiro medio dorimida desde el pasillo.

¡Mi-Mierda! Tengo que esconder los tazones rápido, ¡quería hacer algo más!

Metí ambos tazones en uno de los armarios donde se guardaban los desayunos sin pensarlo mucho.

- ¡Buenos días Cloud! - dijo Shiro amablemente con su bonita voz mientras entraba en la cocina.

- ¡Bu-buenos días! - dije algo nervioso.

- ¿Qué estás haciendo?

- Eeehh... Yo...

- Sabes, -interrumpió Shiro-. Me gustaría retomar la conversación que tuvimos en el baño ayer por la mañana... - dijo mirando al suelo y sonrojándose un poco. 

Wow, la verdad es que no esperaba eso, me salva del apuro de contarle lo que hacía y me hablar de lo que quería hablar, esta chica me impresiona.

- La verdad es que yo también -dije decidido mirándole a los ojos directamente.

- Bien, y, ¿por dónde íbamos...?

- pues...

De repente se abrieron las puertas del pequeño armario en el que había colocado los tazones de cereales.

- ¿pero qué...?

Entonces la leche de uno de los tazones dio vueltas y vueltas volviéndose así en un vórtice que empezó a tragarme, esta vez solo a mí.

- NO PUEDE SEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEER - Grité antes de ser tragado.

...

...

...

Abrí los ojos.

- GilipooollaaAAAAAASS - Grité a Nito en su cara, sí, había vuelto, tenía a Nito delante.

Me levanté y miré alrededor. Efectivamente, estaba en Firstoud de nuevo.

- Mire señor elegido, a mi tampoco me cae bien... ¡Pero si eres el elegido lo eres y te aguantas!

- Joder... ¿para qué me invocas? Me obligas a volver a tirarme por el retrete de Laura... - me levanté y empecé a correr dirección a casa de Laura.

- ¿QUÉ?, estarás de broma, esta vez no pienso salvarte...

Estaba ignorando lo que Nito me decía cuando empecé a escuchar muchos gritos, gritos de dolor y de desesperación, me paré a escucharlos. ''No por favor'', ''AAAAHH'', ''Le daremos lo que quiera'', ''PARE YAAA'', gritos como esos entre sollozos se escuchaban uno tras otro.

- ¿Qué está pasando? -me giré y le pregunté a Nito.

- Esto es por lo que te he llamado, ven por aquí.

Le seguí sigilosamente por un callejón y vi la plaza central del pueblo. Había mucha gente herida, gente sangrando, era una imagen horrible. Cuando miré bien vi en medio de la plaza a un hombre de mi edad: tenía el pelo y ojos blancos como la nieve, una bufanda larga que le llegaba hasta los pies en los cuales llevaba un par de botas azules. Tenía los brazos cruzados y miraba con aires de superior a todo el mundo.

- ¡Tranquilos todos! ¡Ha llegado el elegido! -gritó una mujer herida en el suelo cuando me vio.

Miré asustado hacia Nito.

- Ese es uno de los Fenos, esos malvados que aterrorizan la mayoría de nubes por el mundo. Tú eres el elegido, así que te toca acabar con él.

Yo... Solo deseo tener una vida normal... Pero al ver a esta gente sufrir... Tengo que hacer algo...

- Pe-pero Nito... ¿Qu-qué hago? No tengo ninguna arma o power-up... Solo sirvo para andar por las nubes siendo humano... -dije casi murmurando hacia Nito.

- pues ya pensarás algo.

- ...

-  ¿¡PERDÓN!? ¿¡De verdad no me darás ninguna arma o power-up!?

- Mmm... Tienes que encontrar tu arma tu mismo...

- ... ... ... ¿¡Qué!? ¿¡En serio puta nubecita!?

- Enga, suerte -me empujó hacia la plaza.

Vale, tengo que pensar algo RÁPIDO... Primero... Emm, vale, ya sé...

- ¿¡Quién eres y qué haces aqui!? -pregunté haciéndome el imponente-. ¡Todos fuera de aquí! -grité bien alto.

En un minuto y medio solo quedábamos el Feno ese y yo, había gente mirando desde lejos pero solo él y yo en la plaza. Mi rival me miraba directamente desde que llegué con los brazos cruzados y una media sonrisa.

- ¿y bien? ¿Qué quier-

Me lanzó una bola de nieve durísima en el estómago y me caí al suelo.

- Argh...

- Soy Graniz... ¡El más fuerte de los Fenos! -dijo imponentemente mientras me levantaba.

- pfff -se me escapó una risilla, esque por dios, mira esa originalidad, ''Graniz'' y lanza granizo, pffff, encima que el grupo se llame ''Los Fenos'' complica más las cosas por dios.

- ¿¡Se puede saber de qué te ries!? -gritó y lanzó tres bolas de granizo, una de las cuales esquivé, pero las otras dos me dieron y me derribaron.

Necesito pensar en un plan antes de que sea demasiado tarde...

Después ya me reiré de él...

(To Be Continued...)

Cloud CloudesWhere stories live. Discover now