「TOC. 」 InkError

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TOC.
Trastorno Obsesivo-Compulsivo, no era algo común y tampoco algo para bromear. Sin embargo, aquellos estudiantes no pensaban en eso. De hecho, eran muy pocos los que pensaban sabiamente, y aquellos pocos eran los que deberían atesorarlos. La maestra lo expuso de una manera grotesca y nada amigable. Los alumnos se rieron. Él se calló.

Odiaba cómo se reían, con la boca abierta soltando saliba y asquerosos gérmenes. Pidió, no, rogó a su madre con voz arisca no volver al sucio instituto. Ella negó, sin saber la enfermedad que el adolescente tenía. Las personas que sufren trastornos de ansiedad se sienten extremadamente atemorizadas e inseguras, y aquello Error lo sentía.

Repetía que la casa no estaba limpia y la aseaba todo el día, y si la cocina o cualquier otro sitio estaba impecable, lo revisaba a cada momento. Las personas con TOC sienten la necesidad de chequear las cosas una y otra vez o tienen ciertos pensamientos o realizan rutinas y rituales una y otra vez.  Negaba el acceso a su habitación sin antes haberse bañado tres horas y sin zapatos. No dejaba que nadie lo tocara sin ver él mismo al sujeto lavarse sus manos e impecable.

No podía ver algo sucio o enloquecia.

Por esta razón odiaba a Ink, aquel deslumbrante y asqueroso muchacho de su edad. Holgazán y testarudo. No sabía hacer otra cosa que pintar y pintar, manchandóse de la tinta de sus lapiceros y pintura las manos.

Le decía en su cara que lo detestaba, su presencia le resultaba insoportable y era alguien guarro. No obstante, él se hacía el ignorante y regresaba a verlo al día siguiente.

Mes y medio dejó la escuela. La actitud paranoica de Error activaba la curiosidad de su madre. Lo llevó a un psicólogo a regañadientes (exclamando que no estaba loco ni nada similar). Al principio creyeron que era esquizofrenia o misofobia. Después de algunos estudios más le diagnosticaron TOC, como se mencionó anteriormente.

Aquello era incurable, pero por fortuna tenía tratamiento.

No era sencillo. Tenía que convencer a su hijo (que lo negaba rotundamente) y dejar ayudarse.

Ink de vez en cuando lo visitaba a pesar de que este le replicaba que no lo hiciera. Le exigía que se limpiara la mancha de tinta que tenía en su pómulo derecho, pero hacia caso omiso.

—Eres un idiota.

—¿Sueles ser muy amigable siempre?

Claro que tenían conversaciones más cortas o largas (dependiendo del estado de ánimo de Error). Ink entraba sin zapatos a la habitación de Error. Negaba bañarse todos los días durante tres horas. ¡Le gustaba la pintura que tenía en las manos! Además de que le divertía llevarle la contraria a su... ¿amigo? Ni siquiera sabía cómo llamarle. Él se autoinvitaba a la casa de Error, este lo alejaba o él mismo se iba y siempre peleaban.

Y a pesar de todo esto, había algo en él que le interesó tanto que se quedó a su lado.

—Estoy enamorado. —soltó Ink.

—¿De quién?

—De alguien muy curioso.

—¿Y es bonita?

—Sí, eres bonito. —dijo después de cuatro meses de haberlo conocerlo.

Error no contestó. Le sorprendió tanto que se sonrojo, pero Ink no lo notó. Pensó que era una fea broma, así que le dijo que sólo era pasajero. Ink se reía internamente, estaba consciente de lo que decía y le gustaba a pesar de todo. Lo miró un rato y sonrió, después siguió dibujando el rostro de su amado. El contrario no preguntó nada.

Un mes más de súplicas y pequeños pero grandes detalles. Error pensaba que era inútil, ¿de qué servía? Su problema con la limpieza seguía allí. Tanto tiempo diciendo que Ink era el testarudo cuando él lo era. Estaba yendo los fines de semana con un psicólogo y a tratamientos para tratar de controlar el TOC. Aún no se acostumbraba a la calle y sigue sintiendo asco cuando un idiota intenta tomar su mano. Aunque ese idiota es la mayoría de veces Ink.

—Ten. —le ofreció con una tierna sonrisa una rosa.

Error la examinó detalladamente.

—Esta sucia.

Sabía Ink que él sería difícil de conquistar. Pero no parecía molestarle. Gracias a varios datos que la madre de su “no-novio” le dijo no le resultaba complicado.

Error miraba el impecable suelo que acababa de limpiar. ¿Era cierto las muestras de afecto que Ink le regalaba? Lo miró un rato y preguntó:

—¿Cómo estás tan seguro de que te gusto?

—Sólo lo sé y lo siento. —respondió con una sonrisa de idiota.

Error no estaba muy convencido e Ink veía la inseguridad en sus cuencas. Se acercó y tomó lentamente sus manos. Agradeció que esta vez no lo aparto.

—Te amo, quien sabe hasta donde.

No lo beso. No lo haría aún. Entendía lo desagradable que le resultaba. El TOC lleva años o toda una vida para que se controle, pero al menos ya aceptaba los sentimientos del contrario, e Ink suponía que sería menos difícil. Lo tomó con fuerza su mano, susurro un leve “yo también”.

Nunca habían sido tan felices hasta aquel día.

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Aquí acaba

Algo tierno y corto para quitarme el sueño uwu

Sé que he estado muy inactiva, así que tomen esto como una recompensa :33

No me gustó mucho, lo he escrito con sueño y el cuello medio doblado, así que luego lo arreglo :p

Chao, los amo ♡♡♡✿✿✿