Parte III del primer capitulo

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Un grito que no provenia de mi esta vez me hizo pegar un salto del sofá cayendo de lado me levante rápidamente entrando a mi habitación encendí la luz y miré a tori luchar con algo imaginario sin abrir los ojos.

-ah no, no, no dejame - gritaba y lloraba si dejar de manotear.

-tori- me senté sobre la cama -tori tori despierta hey abre los ojos tori!!- por mas que trataba de hacerle reaccionar no podia ni siquiera lograba que abriera los ojos -abre los ojos despierta es un sueño tori es un sueño- la sostuve entre mis brazos con fuerza de espaldas a mi para hablarle al oido -calma calma, despierta- temblaba por completo y de apoco abrio los ojos.

-esta aqui, esta aqui la vi no la dejes que me lleve, no la dejes que nos llevé- sollozaba -es mi culpa que te encontrara pero quería conocerte yo quería mirarte Aren, lo siento-

-quien me encontró?- no comprendia nada -Tori no entiendo pero eso es solo un sueño no es real- la sostuve aun con mas fuerza quería que se sintiera segura a mi lado despues de unos minutos se calmo me recoste en la cama con ella aun entre mis brazos, sentía la necesidad de cuidarla protegerla de sus demonios imaginarios, pero por que? Si no la conocía,  tal vez era por que yo estuve como ella solo,  perdido,  sin alguien que me cuidara,  indefenso,  ella no es un bebe lo se bien pero igual necesita a alguien que la cuide y yo puedo hacerlo.

-no quiero estar asi- susurro.

-a que te refieres te incómodo?-

-no quiero tener sueños asi me asustan, no quiero que ella venga por nosotros- hablaba en voz baja como si alguien pudiera escucharnos.

-Tori nadie vendra por nosotros- hable del mismo modo -y si algo viene yo te cuidare-

-Lo harás? no prometas algo que no podrás cumplir se que me odiaras, o te odiare-

-claro que no vamos vuelve a dormir esta vez te cuidare- recargue mi rostro entre su negro y espeso cabello.

A los pocos minutos habia vuelto a dormir sentía en mi pecho el respirar tranquilo de ella mientras mi corazón se aceleraba por su cercania, que edad tenia? No lo había preguntado estaba seguro no era mayor de los 20 años me sentía como si fuese un pedófilo no era mejor que los hombres que la habían herido y obligado a hacer cosas que no quería mi pensamiento me traicionaba al igual que mi cuerpo, debía calmar estos sentimientos cerre los ojos aspirando su aroma para sumirme en un sueño tranquilo.

El despertador sonó como todas las mañanas estire la mano al buró para apagarlo solo que alguien se me adelanto, unos brazos tibios me rodearon el pecho al igual que una pierna suave mi cintura, mi mente se quedo en blanco por unos instantes hasta recordar lo sucedido ayer , con cuidado la hize hacia un lado para levantarme tori dio un quegido infantil como si le hubiese quitado el peluche con el que dormia se estiro deliciosamente sobre la cama para seguidamente incorporarse.

-vuelve a dormir- dije haciéndole recostar de nuevo -ire a trabajar tu me esperas aqui-

-no, no vayas Aren ella estara ahi lo se por favor quedate- su rostro se acerco demasiado al mio nuestros labios casi se rozaban, yo no podría soportar mas tiempo asi era algo que no podia controlar ella me atraia demasiado en una manera que no entendía.

-no tardare mucho es mas si puedo traeré el trabajo a casa- sus ojos de ese extraño color violeta me miraban suplicantes, una de sus manos tomo la mia.

-Aren- dijo en un susurro -no la dejes acercarse demasiado, se que es lo que piensas de mi pero no estoy loca, yo se muchas cosas que ignoras pero no puedo decirtelas, no me odies por favor-

-por que te odiaría? Tori- aun creía que eran delirios de los que me hablaba, solo trataría de seguirle el juego -antes de irme te dejare algo para que comas te parece bien? Estate tranquila todo estará bien- sonrei calmadamente.

Asintió sin alejar su rostro del mio el cual tenia una expresión como si deseara realmente decirme algo de suma importancia, mordió su labio inferior ligeramente como para evitarse el hablar -vuelve- ese palabra sonaba a una clara suplica como si ya le hubiese prometido esto antes y no lo cumpliera.

-eso hare- su aliento tibio se alejo de mi junto con su cuerpo volviendo a cubrirse con la sabana para dormir.

Me bañe rápidamente para luego vestirme iba tarde ni siquiera repare en que la mancha habia disminuido un poco, salí del apartamento rumbo al minisuper de junto. Tome huevo, un cartón de Leche,  uno de jugo, pan, una papaya, una caja de cereal, manzanas... Cualquier cosa que a tori le pudiera gustar la lleve a la caja registradora pague y salí a toda prisa de regreso. Deje todo sobre la mesa del comedor tome el portafolio y antes de salir heche un vistazo a la habitación. Su respirar tranquilo se podía escuchar desde la puerta, estaba profundamente dormida cerre la puerta con cuidado disponiendome a ir al despacho.

-buen dia señor Aren-

-buen día Tony mi padre ya ha llegado?- pregunte al guardia al bajar del auto.

-puntual como siempre hace una hora que ha llegado- sonrió amablemente.

-demonios esperaba que dijeras que no-

-eso nunca pasara señor Aren ni en sus mejores sueños-

Rei mientras subía al ascensor -en eso tienes razón- nunca en toda mi vida le había visto faltar al trabajo. Las puertas del ascensor se abrieron al llegar a la planta donde estaban las oficinas, un olor inundo mis fosas nasales ese aroma me era muy familiar pero no lograba asociarlo a ningún recuerdo ni a alguna situación, lugar o persona, entonces por que me parecía tan conocido. Baje del ascensor y a medida que me acercaba mas a mi oficina el aroma se intensificaba a tal grado que por unos segundos me sentí mareado. Antes de abrir la puerta de la oficina mire alrededor al parecer era al único que el olor le molestaba.

-Buenos días señor Aren- la voz femenina que me recibió la reconocí de inmediato.

-Buenos días señorita zelda- respondi.

-de nuevo estas llegando tarde, la señorita te a estado esperando por mas de media hora- mi padre me miraba fijamente con el ceño fruncido y las manos dentro de los bolsillos del pantalón.

-De verdad lo siento mucho tuve un... Me surgió un inconveniente es todo disculpeme señorita- tosi un poco el aroma llenaba la pequeña habitación de 4x3, disimulando abrí la ventana que daba hacia la calle, el aroma se disipo solo un poco con esto, este no era fetido era dulzon como si fuese de perfume femenino al parecer la señorita zelda gustaba de perfumes escandalosos. 

-Descuida esta bien- sonrió ligeramente dejando entre ver su blanca dentadura.

-Se queda con mi hijo debo ir a mis ocupaciones señorita- mi padre se despidio no sin antes hecharme una mirada severa que significaba "cuando termines pasate a ni oficina" asentí con un movimiento de cabeza -por favor gusta tomar asiento- dije con una sonrisa amable señalando el asiento del otro lado del escritorio.

-Gracias- hecho hacia atras su larga cabellera roja,  tomando asiento cruzo sus piernas una arriba de la otra dejando ver mas de la mitad de una de estas debido al corte del vestido, por la expresión que tenia en el rostro confiaba Que esa acción me pondría nervioso, y acertó.

-la verdad tuve muy poco tiempo para analizar su caso no esperaba que viniera hoy, creí que me daría un día o dos para tener algún resultado- revolví unos papeles distrayendo mi atención de su blanca pierna.

-Anoche no pude dormir- dijo sin apartar la mirada de mi.

-Le aseguro que el caso se resolverá debe estar tranquila... -

-mi falta de sueño no fue por eso- ladeó su cabeza un poco como los gatos.

-Se sintió mal?- realmente no comprendia de que hablaba.

-Mucho- se movió en su asiento acercándose mas al escritorio que nos dividia -el saberte solo en tu apartamento con ella no me trajo sosiego ni un solo momento-

No oculte mi asombro como sabia ella que Tori había estado conmigo esa noche.

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