Capítulo 14. Llegada a la luna de miel.

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Capítulo 14. Llegada a la luna de miel.

Bella POV.

Ya con este era el segundo vuelo que íbamos a tomar, sabía que saldríamos de Estados Unidos pero pensé que me llevaría a México (Me moría de ganas por ir) o a Algún otro país cercano, quizás Canadá, que sé yo, pero no, habían pasado varias horas de vuelo y nada, aterrizamos en Panamá y pensé que ese sería nuestro destino final, le sonreí a mi esposo cuando tomó mi mano en el taxi y me recosté en su pecho.

Me llevó a un restaurante verdaderamente hermoso con aspecto rústico y hogareño para que almorzáramos (Eran aproximadamente las 12:30), pedimos la especialidad de la casa acompañado por unas cervezas, ya que el calor que hacía era demasiado y para completar, Edward y yo veníamos con abrigos, él se reía de mí, ya que le pregunté varias veces si era normal la temperatura.

Lo empujé "Enfurruñada" y la mesonera se acercó a dejarnos nuestros platos, eso sí, el trato era fabuloso.

Nos trajeron nuestras comidas que en realidad olían y sabían fabuloso, era una especie de carne deshilachada con especias, aceitunas, pimentón y cosas así, el sabor a tomate que se sentía era increíble, tenía arroz y plátanos verdes fritos.

-Oye, esto está realmente bueno –alabé maravillada.

-Bueno, este ha sido mi restaurante preferido cada vez que vengo, la comida es realmente buena, aunque claro, en todos los países a los que he ido, han habido comidas fabulosas las cuales provoca acabarse de un tirón –se rio.

-¿Cuántas veces has venido? –pregunté curiosa.

-Esta es la tercera vez que vengo, siempre hago escala aquí, la vez pasada me quedé tres días y visité muchos lugares –se le veía tan emocionado.

-A mí me parece genial haber salido por primera vez de nuestro país y aún más porque fue contigo el viaje –tomé su mano y le hice un pequeño cariño.

-Nunca te dejaban cuando yo salía al extranjero, sólo que lo que más me dolió, fue cuando no te dejaron irte a estudiar conmigo –comentó abstraído en sí mismo, supongo que recordando, yo lo vi algo extrañada.

-Pero tú estudiaste gerencia empresarial en Estados Unidos Edward... Lejos de New York eso sí, pero en nuestro país –respondí confundida.

-No, no, princesa, hablo de cuando quise que te fueras conmigo a España, Italia, Francia y Portugal a estudiar idiomas, cuando hablé con tus padres, me dieron un rotundo no y me echaron de tu casa, unos días después terminamos. Aunque claro, tuve que rendirme, hice lo que pude y entendía que todavía éramos jóvenes –dijo tristemente.

Yo sinceramente no podía creer lo que había escuchado ¿Él había ido a pedirle a mis padres permiso para que viajara con él? ¿Y le habían dicho que no?

-¿Por qué nunca me dijiste a mí? –pregunté un tanto molesta, me parecía injusto que a mí no me preguntara.

-Tu madre me dijo que te lo diría cuando fui el primer día, al día siguiente salió de tu casa sin siquiera dejarme entrar y me explicó que habías dicho que no querías ir conmigo, que estabas muy tranquila allí con todos los demás, y que estudiarías idiomas cuando quisieras –explicó, yo no tenía ni idea de lo que estaba hablando, mis padres nunca me mencionaron eso, y me molestaba muchísimo ya que sabían que yo diría que si instantáneamente.

-Me estoy enterando –susurré pausadamente, todavía asimilando el asunto.

-¿Es en serio? –Edward abrió los ojos como platos sin darle crédito a lo que escuchaba -¿Pero por qué lo harían? Ellos sabían perfectamente que yo te cuidaría más que a nada y que te respetaría siempre, no entiendo –colocó la cabeza gacha mientras negaba levemente lo que le había dicho.

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