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La suave y refrescante brisa acarició su piel cual pétalos de rosas, el relajante aroma a bosques y primavera le cosquilleo la nariz agradablemente y los melodiosos cantos de las avecillas y de todo lo que existía a su alrededor, le transmitió una paz inmensa.

Su cuerpo descansaba al pie de un gran árbol, entre el abundante pasto, suave y colorido. Un lugar perfecto en donde tomar una deliciosa siesta, después de bocetar un rato sobre su cuaderno de dibujos.

Con sus ojos cerrados y en su profundo descanso, sintió un suave cosquilleo sobre sus labios, haciendo que se removiera delicadamente sobre su lugar.

Lentamente, abrió sus ojos somnolientos, mirando a su alrededor, se incorporó con cuidado para poder observar si había algo o alguien que fuese el causante de aquella agradable sensación.

Pues podría jurar que un beso fue lo que sintió.

Cerró los ojos fuertemente y sacudió un poco su cabeza para poder mirar mejor, fué entonces que vió no tan lejos de él, a un hermoso caballo blanco mirándolo fijamente. Sabía que no se podían comunicar, pero algo dentro de él le decía que esa mirada le quería decir algo, y entonces, el bello caballo comenzó a caminar hacia otro lado.

Jimin se levantó de inmediato, sintiendo dentro de su pecho que aquella criatura quería que lo sugiera.

Con cuidado de no tropezar con las flores que comenzaban a nacer a su alrededor, a cada paso que daba aquel ser, el rubio caminó sin apartarle la mirada, hasta que el bello caballo se detuvo justo en una zona donde los árboles no existían y solo un inmenso campo lleno de pasto y florecillas, los rodeaban.

Jimin miró a su alrededor encantado por la hermosa vista, el sol se encontraba justo en su punto de atardecer, donde los colores del cielo se tornaba en tonos rosados, morados, y naranjas. Al regresar su mirada hacia aquella misteriosa criatura, se dió cuenta que ya no estaba, pero en su lugar, un joven alto, de piel hermosa, cabello negro y ojos grandes, lo miraba con una angelical sonrisa pintada.

Jimin abrió los ojos como platos por la sorpresa, pero enseguida le respondió con una sonrisa grande, en donde incluso sus ojitos sonrieron. El joven era perfecto, así, como el chico de sus sueños, ¡pero incluso este estaba vestido de blanco,! por lo que fue fácil deducir que se trataba de un ángel.

El pelinegro, sin apartarle la vista, se acercó a él lentamente, hasta quedar justo enfrente, muy cerca.

El corazón de Jimin se incho de emocion.

Amos chico se miraron fijamente a los ojos, hasta que el más alto comenzó a inclinar su cabeza, acercando su rostro al del castaño.

Jimin trago fuerte y cerró sus ojos. Sabía lo que iba a pasar, el apuesto ángel le iba a besar, así que paro su trompita pacientemente para esperar aquel contacto, pero justo cuando sintió el suave roze de sus labios, la tierra se abrió debajo de él, haciéndolo caer en la profundidad...



Abrió los ojos al sentir el impacto contra el piso, se levantó con el ceño fruncido rascando su nuca, y se dió cuenta de que solo estaba soñando. Se había caído de una de las gradas del la cancha cuando se quedó dormido después de dibujar por un rato, esperando a que la siguiente clase comenzara, y todo por qué no había alcanzado el camión.

Miró la hora de su reloj de mano y como alma que se lleva el diablo, tomó su cuadernillo de dibujo y salió corriendo a su siguiente clase, de la cual, ya se había perdido quince minutos.



Sus ojos se concentraron en el boceto a lápiz que tenía en sus manos. Ese dibujo adquirió significado después del gracioso pero bonito sueño con su anhelado crush.

PlayFull Kiss ❤ KOOKMIN  [ Adap.]Where stories live. Discover now