LA NIÑA SIN ROSTRO

EL JUEGO DE LA OUJA

Pasado ya la noche y sin poder dormir decidimos ir a una tienda a no muy lejos del pueblo, a comprar una trabla de la ouja para poder ver que pasaba y ver si podiamos librarnos de esa cosa, de lo que nos estaba atormentando, era imposible. Y para colmo de regreso a casa el coche se nos averio, tuvimos que llamar a la grua, mentiras nosotros menos Mario, nos dirigimos hacia la casa.

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NARRA MARIO

Me habían dejado solo, mientras esperaba a la grua senti entre los árboles unas pisadas, mire y nada, al principio pense que era algunoa de mis amigos,  cuando esta vez algo detrás mio, respiraba en mi nuca, paralizado sin saber que hacer,  me quede unos instamtes cuando me arme de valor, me di la media vuelta y nadie.

Ya estaba  algo nervioso, no sabia que hacer, a lo lejos un coche y una grúa.

-¡¡¡Por fin!!!- les dije

- Sentimos tardar mucho, os dejo este coche hasta que arreglemos el suyo.- me comento un señor muy alto, pelo castaño llamado Raúl.

- Muchísimas gracias- le dije agradecido - ¿ cuanto tiempo tardaran?

- Pues un par de dias como mucho- me salto Raúl

- Perfecto, me pasare dentro de un par de dias, hasta mañana

Tardaron mas en decirme hasta mañana, que yo arrancar el coche y dirigirme a la casa.

NARRA JHOSEP

Llego Mario todo nervioso y diciensono todo lo que le paso.

Queriamos empezar cuanto antes para poder averiguar y desacernos de todo.

Leonardo coloco todo, mientras que nosotros, sin saber como ibamos a reaccionar ni mucho menos como acabariamos, cojimos la tabla y la colocamos encima de la mesa. Una vez echo esto, no habiamos colocado para poder empezar, pusimos los dedos encima del vaso, y Leonardo hizo la primera pregunta:

- ¿ Hay alguien entre nosotros?- dijo, espero unos segundos y prosiguió- Danos un señal

Nada nos quedamos mirando mutuamente sin saber que hacer y mucho menos decir nada.

-¿ Hay alguien entre nosotros?- dijo Leonardo por segunda vez- Danos una señal.

Esta vez entro una corriente de aire frio, que nos puso los pelos de punta, y uno de los cuarto del salon se cayo. Un escalofrio nos recorrió todo el cuerpo, y quitamos los dedos del vaso.

Carlos asustado dijo:

-¡¡¡Ostias!!! esto que a sido la corriente o esque hemos atraído a alguien.

- Tio tranquilizate - dijo Enrique- que va a ser peor si estas nervioso.

Carlos un poco desconfiado se volvió a sentar,  volvimos a poner los desdos en los vasos. Y Leonardo volvio a hablar:

- ¿ Quien eres? ¿ Como te llamas?

Nada y en cuestión de segundo vimos una sombra pasar por la ventana. Quisimos ir a ver, pero Mario nos lo impidió ya que era preferible terminar lo empezado.

Seguimos con la cosa y esta vez quien hablo fue

Mario:

- Me llamo Mario ¿que quieres de nosotros?

-Quiero vuestras alma

Esa voz tan escalofriante nos hizo echar para atras del tablero, picos segundos sin tener los dedos encima,  se empezo a mover.

Enrique sin saber que hacer y sin pensarlo cojio un boligrafo y un papel y empezo a escribir.

" Vais a morir uno por uno, me voy alimentar de vuestras almas, no saldreis vivos"

Una vez leudo esto, nos entro unos sudores frios y solo de saber que esto habia empezado y no podiamos largarnos.

Eran las 3:00 de la madrugada cuando aun despuertos en el salón asimilando lo que habia ocurrido, en la planta de arriba sentimos correr por el pasillo, fuimos a ver y nadie.

Fuimos corre que te corre a cpger otra vez el tablero y empezamos a preguntar, ya cansados empezó hacer cosas paranormales, las ventanas estallaron, los cristales se hacian a cachos, las bonbillas explotaban asi toda la casa.

Ese dia decimos dejarlo e irnos a dormir a un hotel, y volver al dua siguiente.

Cuando volvimos nos quedamos con cara de alucinacion, estaba todo como si no pasara nada.

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Bueno queridos lectores ya pondre mas capitulos espefo que os este gustando ,voten y comenten gracias y por cierto seguide que soy nueva