Circo a blanco y negro

III

Dentro de esa carpa de circo se escuchaba una linda canción llamada "Pop goes the weasel", una esbelta figura que al parecer era un payaso pero de color negro y blanco que se encontraba comiendo algunos caramelos sentado. Su enojo era tan grande que solo se pasaba los caramelos como si fuera agua.

—¡¿Cómo es que una persona lograra sobrevivir en este bosque y encima toca mis cosas?!.— Dando un golpe hacia el suelo rompiendo la madera del piso.

Se levantó del suelo para dirigirse a la salida, caminando entre el bosque y esquivando algunas ramas de árboles. Llegó hasta un árbol donde encontró unos audífonos, los recogió y aspiró el aroma que desprendían notando que era el mismo aroma que había dejado ese intruso, se esfumó en una niebla negra. Se encontraba en un callejón de ese pueblo, era muy noche así que no tendría problemas en caminar por la calle, al contrario para el seria beneficioso para hallar nuevas víctimas, pero lo único que quería en ese momento era encontrar al intruso, su aroma era casi imposible de percibir con tanta gente y animales.

En la casa, el chico estaba buscando a más no poder sus audífonos, eran los únicos que tenía y estar comprando podría ser un gasto innecesario a menos que ya no sirvan pero estaban bien cuidados y perderlos era un fastidio. Terminó recordando que se los llevó al bosque y probablemente se hayan quedando ahí, pero ahorita era muy tarde como para salir a buscarlos aparte tenía que terminar unos trabajos antes de dormir. El hambre le estaba ganando y su despensa estaba apunto de acabarse, harto de el hambre que sentía decidió hacer unas compras rápidas. 

Se encontraba caminando por las calles con su suéter, la tienda mas cercana era una que se encontraba a 5 cuadras de ahí.

Al payaso le empezó a llegar un olor similar al de los audífonos, se esfumó en su niebla siguiendo ese mismo olor, volvió a su forma original y se puso detrás de árboles para evitar que lo vea dándose cuenta que solo era un chico pero ya estaba algo mayor le calculaba unos 19 o 20 años aproximadamente. Solo vio como entraba a una tienda perdiéndolo de vista, lo esperó hasta que después de 5 min salió con una pequeña bolsa. Se quedó viéndolo, convirtiéndose otra vez en niebla siguiéndolo hasta su casa , el chico solo se encerró en su cuarto volviendo a hacer sus trabajos mientras que nuestro payaso volvía a su forma original y observaba cada detalle.

El chico sintió un aroma a dulces que le inundaba las fosas nasales, ya debía de comer lo que compró, ya que empezaba alucinar y el hambre era muy fuerte. Sacó unos sándwiches y galletas para empezar a comer mientras hacía su tarea, lo bueno era que ya solo le faltaba un poco para terminar.

Jack no entendía cómo ese niño había sobrevivido al bosque, y aparte de todo estuviera tan tranquilo. ¿Valía la pena espiarlo? No, pero realmente estaba molesto, y tenía que saber cómo había logrado sobrevivir.

Las horas pasaban lento, tal vez ya era hora de irse, no es un chico tan fabuloso como creía y desde las 2 de la mañana se fue a dormir. Dejó unos dulces en caso de que cayera en su trampa, antes de salir sintió una presencia pesada reconociéndola al instante, caminó hacia el cuarto abriendo lentamente la puerta notando a Slenderman en una esquina del cuarto atormentando al chico con pesadillas.

—¿Qué mierda estas haciendo?.— Viéndolo con desagrado,  odiaba que interfirieran con su  trabajo.

— Esta presa la conseguí antes que tú, así que será mejor que te vayas.— Voltea a mirar en dirección donde estaba el chico que se tranquilizo por unos segundos.

— Él vino primero hacia mí, es mí presa no la tuya, entonces vete retirando que tengo trabajo que hacer.— Acercándose a Slender con la intención de sacarlo de ahí.

Slender solo se limitó a tomarlo de la cintura con su tentáculo y acercarlo a su no rostro.

— A ver idiota, esta presa la conseguí desde que era un niño y sabes perfectamente que no puedes tocar nada que sea mío a menos que te involucre en mis planes, ahora lárgate.— Lo lanza contra el suelo creando una grieta no muy grande, el ente desapareció al instante. Solo se levantó viendo como dormía ese cuerpo ajeno. 

— Esta será una de las cosas por las que me vengare de ti... No se que tienes de especial.— Miro detalladamente para acercarse lentamente y tocar su estómago pensando si destriparlo sería buena idea pero prefirió dejarlo así, quitó su mano de ahí y solo se esfumó regresando a su carpa.

 Por accidente se borro la fecha de creación 
21/Febrero/2022