Viaje sin retorno.

Las luces del elevador cambiaban de número a cada instante sin embargo a ella cada cambio le parecía eterno, minutos más tarde salía del elevador por el pasillo que la dirigía hacia la oficina, el edificio se sentía muy frío en pleno verano, sólo se escuchaba el eco de sus pasos a través de su camino, el tac-tac-tac-tac-tac apresurado saco a su secretaria de sus ocupaciones.
Jess: Buenos días señorita Luthor.
Lena: Buenos días Jess. La CEO intentaba mantener la calma aunque se veía demasiado sería.
Lena: cancela mis reuniones por tiempo indefinido, mejor aún, contacta a la señorita Arias, dile que es urgente.
Jess: Enseguida señorita Luthor.
Lena se se adentró en la oficina sin decir más, tiro su bolsa al escritorio, se sirvió un trago de escocés con soda para apaciguar el grado de alcohol, se quedó pensativa, su mirada estaba clavada en los edificios aledaños al suyo,se dio la vuelta con una mano en la cintura y la otra elevada con el vaso roquero que se llevó a los labios dirigiéndose al sofá blanco, aquel que a pesar de la pulcritud de la oficina estaba impregnado del aroma de aquella mujer que tanto ama, sus recuerdos venían a su mente y sus ojos estaba acuosos, estaba a punto de llorar por lo que había visto hace sólo unos 45 minutos atrás, estaba confirmado por ella misma, nadie se lo dijo, ella lo vio.
Lena salió de su encierro mental cuando el teléfono repico.
L: Si Jess?
J: Señorita Luthor, la señorita Arias viene en camino, en 15 minutos estará con usted, algo más?
L: claro, localiza a Jason, es urgente.
J:Enseguida.

Habían pasado no mas de 15 minutos y Lena tomaba su tercer escocés.
Aggggggg!!! El trago golpeo su garganta.
Toc-toc. Sonó su puerta. Adelante! Dijo con desgano.
Sam: Lena Jess me dijo que me necesitabas con urgencia, Lena... Lena... Lena...
Sam entró a la oficina pero no encontraba a Lena hasta que llegó al balcón, tenía la mirada perdida, sus ojos no destellaban más que frialdad y tristeza, eran de un tono entre verdes y grises.
Lena! Llamó Sam...
Hoooo!! Sam. Dijo Lena saliendo de sus pensamientos.
¿Cómo estas? ¿Lena?
¡ok! Sam a lo que viniste, ven toma asiento. Dijo la ojiverde, se sentaron en el escritorio.
Sam: Lena me estas asustando.
Lena: Sam, no pasa nada... nada que no haya previsto antes. Pensó la ojiverde.
Sam: Que sucede?
Lena: Sam... no... no es nada, sólo que me precipite, ahora lo veo, me ilusione como niña recién salida de secundaria.
Sam: Estas hablando de...
Lena: ¡Si! Pero no quiero profundizar en el asunto, no hoy Sam, por favor hoy... hoy no.
Lena volvió su mirada al vaso en su mano derecha apoyado sobre el escritorio.
Sam: ¡Ajammmmmmm! Lena, te conozco hace muchos años, se que por más que insista no podré sacarte nada a menos que tu lo decidas, pero... Sino quieres hablar de cierto personaje. ¿porque la urgencia?
Lena: Estas justo donde te necesito.
Sam fruncio el entrecejo por la confusión, justo en ese momento Jess entró a la oficina.
Jess: disculpen señoritas, pero debo informarle a la señorita Luthor que Jason se encuentra en recepción esperando por ella.
Lena: Gracias Jess, enseguida hablo con él, antes debo terminar de hablar con Sam.
Jess: Está bien. Jess salió a la secretaría donde Jason esperaba por Lena.
Sam: Lena... que diablos pasa? ¿Jason?
Lena: Sam, escuchame, precisamente por eso te necesito aquí, tu eres la indicada, tu mejor que nadie sabe lo que me ha costado restaurar la empresa, no puedo salir del país así porque sí.
Sam solamente afirmaba lo que Lena decía.
Sam: Ajaaaa! Entonces déjame al menos comprender un poco, Jason está afuera esperándote, ¿ te vas de Viaje?
Lena: Sam... no es un viaje de placer precisamente, pero si.
Sam: debo amarte demasiado como para aceptar así nada más, pero,esta bien, lo haré con un par de condiciones.
Lena veía un punto fijo sobre el escritorio frente a Sam, al escucharla salió de su ensimismamiento.
Lena: tu dirás!
Sam: Me dirás a donde vas, me llamarás al llegar y si me necesitas sabes que aquí estaré.
Lena: hecho. Siempre y cuando nadie sepa donde estoy,  Dijo a Sam.
Sam: diablos! Con tanto misterio parece que hubieras cometido un asesinato. Espetó Sam.
Lena: Sin embargo la que está muriendo soy yo.
Sam: Lena... trago saliva. ¿estas hablando en serio?
Lena: No de una forma literal, al menos no por ahora. Pensó.