Después de cuatro años, toda la vida de Kylie ha dado un giro de 90 grados. Parejas nuevas, trabajos, nuevos amig@s, reencuentros.... Pero lo más importante, ¿podrá perdonar a Stephen después de lo que hizo?
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—¿Tienes una sesión nueva?—preguntó Justin. Asentí cerrando la cremallera de mi bolso, cogí las llaves del auto y caminé hacia la puerta de la casa—Te recuerdo que esta noche quedamos con los chicos en el restaurante de siempre.
—Si, intentaré llegar puntual.
Salí de casa y me dirigí a uno de los autos que estaban estacionado fuera, dejé mis cosas al lado del asiento del piloto y encendí el motor, para después dirigirme a la dirección donde había quedado con Sasha. Ella era mi fotógrafa particular desde hacía años y admito que sus fotos son espectaculares y muy profesionales. Una maravilla,vamos.
Cuando llegué pude apreciar que habían más personas de lo habitual. Saludé a todos los que estaban ahí con un simple hola y una sonrisa, y me acerqué a Sasha. Pero al hacerlo mi rostro se cambió a uno de sorpresa y enfado.
¿Qué demonios hacia esta tía aquí?
—Kylie, querida—dijo en un tono feliz—Tengo una noticia muy buena quedarte, te presento a Nicola Peltz. Me ha comentado que estaba muy ilusionada y deseando trabajar contigo en una sesión, y no le he podido decir que no.
Esto tenía que ser un chiste.
—¿Perdona? ¿Ella?—gruñí. Estaba demasiado cabreada por todo lo que había dicho.
—¿No te parece bien?
—La verdad es que-e....
—Hace bastante años que no nos vemos y creo que sigue cabreada conmigo por una cosa que hice cuando íbamos al instituto—añadió interrumpiendo me—Pero Kylie, eso está en el pasado y espero que algún día me perdones.
¿Se piensa que no lo sé? Pues va muy mal.
—Si tienen algún problema, podemos hacer las sesiones separadas hasta que lo arreglen.
—Me parece lo más correcto, Sasha—habló la rubia—¿Quién empieza?
—Quiero ver como luces en la cámara, así que vete a prepararte y empiezas tu—dijo dirigiéndose a Nicola. Esta asintió satisfecha y se fue de allí moviendo sus caderas como si fuera una modelo pero de forma exagerada.
—Voy a tomarme algo.
Avisé marchando me de allí y acercándome a la pequeña mesa que tenían al lado de un espejo enorme, llena de comida y bebidas. Adoraba como nos cuidaba la productora de todo esto. La rabia que me da es que no sepa quien es de verdad Nicola y que fue lo que hizo.
Unos minutos más tarde, salió la rubia del vestuario con una ropa y un maquillaje muy su estilo, por decirlo de alguna forma. Me mostró una sonrisa, la cual me puso los pelos de punta y comenzaron su sesión.
La verdad es que lo hacía bien para ser ella, la actitud, las miradas, las poses. Era buena, pero lo que tengo claro es que no quiero una sesión con ella.
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