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— ¿Te podés tranquilizar? — Le preguntó Joaquín mientras estaban sentados esperando a que comience la ceremonia. — ¡Va a salir todo bien!

Luz lo miro y en cierto modo se tranquilizó por la paz que el transmitía.

Desde que comenzó el día, Luz tenía un presentimiento de que algo malo iba a pasar, por lo que estaba tan nerviosa y no disfrutaba del día en que su hijo cumplía un año y también festejaban el sacramento del bautismo.

— Tenés razón. — Tomó la mano de Joaquín y suspiró. — Pasa que quiero que salga todo como lo planee, fueron horas de esfuerzo para este día. — Expresó con algo de tristeza. — ¡Vos fuiste testigo de todo el esfuerzo que hice, que hicimos para que esté día sea perfecto!

Joaquín asintió y acarició su mejilla con la mano que le quedaba libre a la vez que le dedicaba un sonrisa.

Minutos después Nahuel que estaba jugando con Federico y Lautaro llego con su hijo en brazos y detrás de ellos Belén quien ya se notaba algo de pasa debajo de su vestido.

Apenas Federico vio a Joaquín se tiró a sus brazos provocando que Luz sonriera al ver que el no se negó en ningún momento a las mañas del pequeño, y sin que ella se diera cuenta una lágrima de felicidad, de emoción cayó por su rostro.

La ceremonia comenzó y como era de esperarse, los nervios y la emoción le jugaron una mala pasada a Luz, a todos. Incluso a Joaquín se le cayeron unas cuantas lágrimas.

— ¡Federico Andersonn Dybala! — Mencionó el celebrante detrás del parlante, los cuatro adultos y el bebe que se encontraban en la primera fila a la izquierda se levantaron y se acercaron a donde estaba la fuente bautismal.

— ¡Federico Andersonn Dybala, ti battezzo in nome di padre, figlio e spirito santo. — Emitió el sacerdote derramando agua sobre la cabeza de Federico quien está en los brazos de Joaquín.

La familia volvió a su lugar a la vez que otras familias eran llamadas y se entregaba una vela blanca encendida simbolizando la iluminación en vida del niño.

— I genitori e i padrini di casa si prega di prendere la candela. — Exclamó el sacerdote tomando el velón grande. Joaquín tenía Federico en sus brazos y en la otra tenía la vela que estaba siendo agarrada por los cuatro para recitar la oración final.

Al finalizar la ceremonia Joaquín abrazo a Luz quien estaba muy sencible, sin soltar a Federico, y el fotógrafo se encargó de tomar ese momento.

Luego de la ceremonia de bautismo, se hacia una celebración en un salón cerca de la casa que Luz compartía con el tucumano, donde estaban todos invitados, incluso los Dybala que estaban presente.

— ¡Joaquín! — Llamó la atención del jugador. Este se dió vuelta encontrándose con Alicia y Mariano. — ¿Podemos hablar con vos?

El jugador asintió con una sonrisa.

— ¿Pasó algo? ¿Algún problema? — Ambos negaron con una sonrisa.

— ¡Queremos agradecerte! — Exclamó Mariano sin darle vuelta al asunto. — Sabemos que no es fácil, pero vos en cierto modo te estás haciendo cargo de mi sobrino, sin necesidad de hacerlo, a él no le falta nada, ni tampoco a su mamá. — Una gota de nostalgia apareció en la voz del cordobés. — ¡Realmente me alegra que tanto Luz como Federico te tengan a vos!

— ¡Luz no necesita de alguien que la ayude! — Exclamó mirando a la rubia que hablaba con la novia de su amigo. — ¡Está haciendo un gran trabajo criando a Fede, yo soy el que lo malcria y dificulta su trabajo. — Sonrió y Alicia acarició su hombro.

— El cariño que yo le tengo a esa muchacha. — Señaló a Luz que tenía a Fede en brazos. — Me dió un nieto maravilloso y sin embargo nunca ví mejor versión de su sonrisa que estando con vos, ni Paulo pudo hacerla sonreír como vos lo hiciste. — Una lágrima cayó por su rostro. — Por eso también quiero agradecerte, al menos yo. Se bien que ella no necesita de nadie para criar a su hijo, porque sola lo está haciendo muy bien, pero vos sos su sostén y por más que vos digas que no tenes autoridad sobre Federico, porque sos el que lo malcria, no es así, Fede a vos te ve como su referente paterno, y eso lo puedo notar yo, te aseguro que me deja tranquila que así sea.

Joaquín no sabía que decir, no quería que ellos se se sientan ofendidos por qué el estaba ocupando en cierto modo el lugar que debería ocupar Paulo.

— Prefiero que aprenda de vos a qué aprenda del boludo que tengo de hijo. — Musitó con tristeza agarrando con fuerza la mano de Joaquín.

— Paulo es una excelente persona, y sé que cuando cuente cabeza va a ser un excelente padre. — Trago saliva y miró a ambos. — Solo le hace falta un golpe de horno.

Alicia y Mariano rieron junto con Joaquín a la vez que Luz se acercaba con Federico en brazos, que en un segundo paso a los brazos de Alicia.

— ¿Todo bien? — Preguntó mirando a Joaquín quien asintió. — ¿Seguro? — Volvió a asentir y de cierto modo convencional a Luz.

La organizadora del salón llamo a los padres de Federico a acercarse a la torta, por instinto se acercó solo Luz con Federico en sus brazos y después Gustavo y Lautaro empujaron a Joaquín a la mesa.

Antes de comenzar a cantar el feliz cumpleaños, ella le tendió el micrófono para que ellos dijeras unas palabras.

— Bueno antes que nada. — Comenzó Luz. — Agradecerle a todos por venir, se que fue un poco largo el viaje para muchos, estoy orgullosa de la familia que tengo, la familia que forme. — Miró a Joaquín con una sonrisa. — Agradecerle a Joaquín quien me acompaña en cada decisión, sea buena o sea mala, siempre es mi respaldo en todo y me da una mano terrible día a día con Federico, que cada vez está más terrible.

— ¡Mentira si es el quién le cumple los caprichos! — Se escucho la voz de Matías que estaba abrazado a Belén, provocando la risa de todos.

— Agradecerle a los Dybala, que están siempre para mi hijo, sea la hora que sea, a mi familia, la de Joaquín, a mis amigos y a todos los que hicieron posible que esté día, que el primer cumpleaños de mi hijo sea inolvidable.

Le entrego el micrófono a Joaquín y este se negó, pero la insistencia del público hizo que hablara.

— ¡Bueno, como dijo Luz, agradecerle a todos por venir, a Luz por darme la posibilidad de compartir esto con ella, dejarme ser parte de su familia, como ella dijo nuestra familia!. — Miró a su compañera que tenía tomada de la mano muy emocionada. — Cada uno sabe las acciones que tiene con Federico, y tranquilos que el no las va a olvidar y nosotros tampoco, ¡Gracias!. — Sonrió y entrego el micrófono a la vez que se escuchaban aplausos de fondo que justamente no era de ninguno de su familia que esperaba que empiece el que los cumpla feliz.

— ¡Bravo! — Gritaron desde el fondo del salón. — ¡Que hermoso discurso!

Tanto la vista de Joaquín como la de Luz, se levantó y se posó en la persona que estaba parada al lado de la puerta. Joaquín miró a Luz y está negó con la cabeza, sabiendo que el tucumano hervía por dentro.

— No le des bola. — Le musitó Luz al oído solo para que el lo escuchara. — No caigas en su juego.




Cómo les va? Espero que mejor que a mí. Espero que les guste.

Les traigo noticias, se acuerda que dije que iba a hacer una novela de un cordobés boludo, bueno tal vez hoy aparezcan los primero capítulos.

PERFECTA • Joaquín Correa • [Wattys 2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora