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Martes por la mañana, los tres invitados despertaron con cierta dificultad, por lo que no notaron que aquel pequeño sofá en una de las esquinas de la habitación, se encontraba vacío a pesar de que allí durmió Kihyun, para poder prestarle su cómoda cama a sus amigos. Todos pensaron que despertarlo sería una verdadera batalla, pues sería tonto quien no notara la mala costumbre que el pequeño adquirió en dormir a cualquier hora por la noche; sin embargo, él se encontraba en la cocina, preparando un café distinto para cada uno de sus amigos, ya que conocía sus gustos perfectamente de tantas veces que los tuvo de invitados, y poniendo unas galletas sobre la mesa.
Los pensamientos de Minhyuk, Hyungwon y Yerim, estaban conectados por primera vez en mucho tiempo, era muy claro ante sus ojos que su anfitrión no pudo dormir, pero decidieron no darle importancia ya que su visita fue para que olvidara cualquier problema y evitara tener que dar todo tipo de explicaciones.
Luego del desayuno, los cuatro fueron directamente a la escuela. Kihyun mencionó que no sería del todo bueno seguir retrasando sus estudios gracias a su estado. Él quería ocupar su cabeza de conocimientos inútiles para evitar pensar en cualquier cosa relacionada a su vida. Pero usó aquella simple excusa y así nadie cuestionaría sus pensamientos.
El sueño no tardó en aparecer durante la hora de literatura, pero afortunadamente no estaban haciendo mucho y él se encontraba fuera del campo de visión del profesor Jeon.
Se quedaron dentro de su curso hasta poco después de que el recreo empezara. La comodidad de estar sentado aquellos diez minutos convencía a cada uno de los amigos reunidos allí, pero igualmente no se encontraban todos.

—Minhyuk, por fin tengo la oportunidad de hablar contigo de este tema —Mencionó Wheein mientras se acercaba a él —¿Qué pasa entre tú y Hoseok?

Ella estuvo realmente ocupada con temas personales y aquella duda que tenía entre dos amigos de diferentes grupos, la estaba comiendo por su interior.
Luego de lo que pasó la noche anterior, Kihyun no quería escuchar nada sobre aquel chico que no paraba de enviarle mensajes luego de su supuesta confesión, a pesar de que el menor ni siquiera estaba al pendiente de su celular en ese entonces.

—¿Por qué lo dices?

—Pues, escuché que ambos están saliendo y...

El negó con su cabeza, con una gran sonrisa en la cara que expresaba cierta burla —No fue así —Su tono era muy cortante, pero llevaba cierto jugueteo en sus palabras, como si fuera un niño —Ambos tenemos ciertos sentimientos, sí, pero no demasiado fuertes. Comenzamos a ser muy unidos debido a eso, pero no queríamos avanzar sin estar seguros —Rió un poco —Ya sabes, nadie quiere llevarse desilusiones.

El pelinegro en serio quería no escuchar todo lo que estaban hablando. Ellos no sabían nada en relación a la conversación que tuvo esa noche, no tienen la culpa de hablar de manera tan despreocupada ya que no pueden estar enterados de lo duro que puede resultar escuchar eso, entonces si alguien debía frenar su conversación, era él.

—Entonces... Por el momento, ustedes dos son amigos, ¿Cierto? —Minhyuk asintió —Cuánto amor, ¿No crees?

—Es que lo quiero mucho.

Ya era suficiente, Kihyun no era capaz de fingir estar bien con todo eso. Tener una relación de amistad tan fuerte como la que tenían ellos dos ni siquiera pasaba por la imaginación del pequeño, pero Minhyuk lo hacía ver como algo tan natural, y las reacciones del resto no ayudaban en nada.
Comenzó a pensar, ¿Quién, a lo largo de toda su vida, lo había hecho sentir que era amado? ¿Quién le dio el título tan importante de mejor amigo? ¿Alguna vez tuvo una linda amistad en la cual todo el mundo pensara que eran pareja? ¿Alguien en serio disfrutaba ser cercano a él? No podía mencionar a ninguna persona que cumpla con al menos una de esas cosas.
Él no era idiota. Estaba consciente de que tenía tres grandes personas a su lado que siempre están para él... ¿Pero y si sólo estaba recibiendo lo mínimo que merece por ser simplemente un humano? Se sentía egoísta por querer más atención, y era realmente estúpido de su parte querer evitarla.

El resto del día escolar pasó volando. Se despidió rápidamente de sus amigos y comenzó a caminar hasta su casa. Con la música a todo volumen, él seguía avanzando. Prestaba atención en los semáforos a pesar del poco ánimo que tenía para tener cuidado de su vida, pero él estaba seguro que lo único que recibiría, serían insultos de desconocidos al tener que frenar tan de repente, por lo que quiso evitar hacer cosas por el estilo.
No era ninguna canción en especial la que creó un gran sentimiento de tristeza en su ser. Sin embargo, no fue un gran misterio que él se encontrara con lágrimas mientras lo único que hacía era caminar. Ya estaba demasiado cerca de su hogar, pero el llanto no frenaba, entonces prefirió dar una pequeña vuelta por el lugar e ir a aquella plaza cercana y abandonada, debido al terrible estado en el que se encuentra. Ese era su lugar. Cuando estaba triste, cuando estaba feliz, si quería probar una nueva cámara o simplemente quería tranquilidad para leer; él siempre iba a aquel lugar incluso en el día más frío del año si era necesario. Había una hamaca que le sirve perfectamente como un pequeño asiento. Siempre se ponía de espaldas a la calle, no quería que nadie pudiera reconocerlo y esa era una buena forma de hacerlo.
Se culpó a sí mismo por estar más sensible de lo normal y no poder frenar las lágrimas que en serio quería evitar. Pensó que lo mejor sería dejar de pensar demasiado en ello. Lo mejor que se le ocurrió, fue encontrar algún hobbie para mantener su cabeza ocupada constantemente, pero eso era imposible para alguien que ni siquiera se esforzaba en conseguirlo.
Comenzó a recibir una llamada por parte de Hoseok. Quería contestarle sólo para gritar lo mucho que lo odiaba, pero decidió cortar y evitar hacer algo tan infantil. Para su mala suerte, volvió a llamar. Era realmente molesto, pues aunque su celular esté en silencio, aquellas llamadas frenaban la música, por lo que tuvo que aguantar esas siete interrupciones hasta que se dio por vencido al notar que el mayor no pararía, y contestó.

—Kihyunnie~ —Parecía una especie de queja por parte del mayor, sin embargo se mantuvo con un tono comprensivo —No llores, por favor.
           

Childhood's BoyfriendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora