Capítulo siete.

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San Juan, Puerto Rico. 🇵🇷
02 de septiembre del 2023.
4:10 PM.

˗ˏ 🍼 [ imbécil ] 🐺 *ೃnarrado

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˗ˏ 🍼 [ imbécil ] 🐺 *ೃ
narrado.

Casi como si su madre hubiese estado al tanto de toda la situación y tuvo intenciones de salvarla, aunque estaba claro que no tenía ni idea, Victoria apareció en el living del local con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Mami! —la mujer llamó la atención de su hija, y luego se detuvo a mirar al que la acompañaba con esa expresión de no saber quién era—. Ay, hola...

Gilberto le sonrió incómodamente para no dejarla mal, por respeto, pero Zahara la miró como si realmente hubiese visto al mismísimo Dios.

—¿Interrumpo algo?

Gilberto miró a Zara, como diciéndole que no fuera capaz de hacerlo, pero la pelinegra lo ignoró por completo, cosa que hizo que Roa fuera consciente de lo cerca que estaban.

—No, mami, tranquila —se apresuró a hablar, huyendo hacia la dirección donde la mayor estaba.

Victoria podía parecer loca, pero la mujer no tardó mucho en darse cuenta de que claramente estaba sucediendo algo, algo que ella no sabía pero que estaba ahí frente a sus propios ojos.

—Tengo que irme, me salió una súper emergencia con Gaby, ¿Sí? —la pelinegra habló tan rápido que su madre ni siquiera puedo entenderla—. ¿Tienes cómo irte? ¿Te mando a buscar?

Victoria negó un par de veces con la cabeza, lanzándole una mirada fugaz al moreno de ojos verdes que tenía cara de que en cualquier momento se tiraría al suelo a llorar.

—Don't worry, mami, yo resuelvo —Victoria le dejó un suave beso en la frente y le sonrió.

Zahara le agradeció internamente y sin pensarlo dos veces salió del local a toda velocidad, ignorando a Dewel y a Yesenia quienes la habían visto con esa expresión de confusión con la que sólo alguien que sabía cosas podía mirarla.

La puerta del local sonó detrás de ella, sabiendo de quién se trataba, pero eso no detuvo su camino ni sus intenciones.

Al quitarle el seguro al auto y abrir la puerta de piloto, su corazón casi se sale de su pecho cuando Gilberto abrió la de copiloto, quedando frente a ella.

—Por favor, Roa, déjame en paz... —le pidió la pelinegra con expresión serena, tratando de disimular su enojo—. Tu mamá y tu primo nos están viendo.

ROA's BABY ⋆ roa pr.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora