Pied Piper - Markjin

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- ¡Preparen el escenario para la próxima ronda! –Grito la manager a todos los del staff para que nos pongamos a trabajar. –oye Jinyoung, toma esto y llévalo al camerino de Mark. –Jessica, así es como se llamaba, tiro a mis brazos toneladas de ropa del actor que en este momento daba su show arriba nuestro.

Sin reproches, corrí donde me habían indicado a pasos torpes, ya que no podía ver por la ropa sumado a que mis anteojos estaban cayéndose por el puente de mi nariz.

Los pasillos del teatro parecían no tener un fin, era un caos. Gente corriendo de allí hacia allá, con micrófonos en mano, papeles y diversas cosas.

Estamos en el festival cultural de China, donde se presentaban distintos artistas asiáticos para mostrar sus habilidades en el canto, rap, baile, instrumentos, o actuación etc.

Pues a mí me había tocado atender a Mark Tuan, era nuevo en el equipo del actor, pero ya tenía experiencia con otros artistas anteriores, tales como IKON o Pentagon.

Amaba este tipo de trabajos, la adrenalina de hacer todo en el momento me ponía a prueba a cada segundo. Tenía un buen perfil laboral, nunca me habían despedido o puesto una sanción por hacer algo mal, parecía que había nacido con un tipo de don para correr con millones de prendas, cajas o inclusive electrodomésticos encima.

Pero lo mejor de todo esto, era poder conocer a los idols. Obviamente, ellos podrían reconocer a las fans por la calle antes de que reconozcan al tipo que le lleva los pantalones hasta la puerta.

A Mark no lo conocía mucho, me enteré de su existencia cuando me llamaron para trabajar en su equipo. La paga era buena, mas trabajo, mejor para mí.

A diferencia de los otros ídolos, Mark parecía reconocerme, o eso creo yo.

Cada vez que entraba a su lugar de descanso, siempre se me quedaba mirando con la misma expresión; serio, ojos penetrantes y parecía no estar respirando, ya que no emitía sonido alguno.

Cuando comenzaba a trabajar pensaba que hacia las cosas mal, pero al ver que nunca me había llevado un regaño de él, ni de nadie en particular, me sentí más tranquilo.

Y si, Mark era estrés con brazos y piernas.

Siempre andaba de mal humor, cada vez que tenía una oportunidad para remarcar a alguien que hacia mal el trabajo, o que no se esforzaba lo suficiente, estallaba en todos sus sentidos.

Eso también era malo para mí, mis compañeros de trabajo me odiaban prácticamente, cada vez que pasaban me miraban con mala cara, o me empujaban.

Pero obviamente, no era mi culpa hacer bien mi trabajo.

De todas formas, Yugyeom, un chico de seguridad con un amplio campo laboral a su edad, parecía ser el único que no tenía interés en querer hacerme sentir mal. Por esta razón, puedo considerarlo mi único amigo en lo que cabe de mi vida.

Tantas veces viajando de aquí hacia allá, no tenía tiempo para establecer alguna relación de amistad, o siquiera mantenerla.

Aunque no me viese con Yugyeom tan seguido como quisiese, estoy conforme con cruzar unas pocas palabras al día cuando tenemos la oportunidad.

Saliendo un poco de mi vida en general, volvamos al presente.

Al entrar en la sala, me dirigí al perchero hecho únicamente de caños, para colgar las perchas con cuidado.

Estaba solo, un poco de paz no venia mal hasta que entraran todos con maquillaje, ventiladores y cepillos de cabello.

Solo habían pasado unos segundos que ya la multitud empezó a entrar por una puerta de un metro de largo. Para mi suerte, ya había colocado las prendas de vestir ordenadas por color. No era necesario, pero me gustaba.