2° | Si Rey | [KOOKMIN]

<2.1>

Después de lavarme los dientes tome algunas mantas y me dirigí al cuarto de huéspedes.

En cuanto abrí la puerta me encontré con la imagen del Rey sin camisa y descalzo.

—¡Dios santo! ahora tu me asustaste —habló mientras se sentaba en la cama—. Debiste de haber tocado antes de entrar.

Le entregue las mantas con vergüenza y me despedí con una venia y salí corriendo del cuarto acompañado de unas mejillas sumamente rojas.

—JiMin, mamá y yo iremos con los guaridas del rey a visitar al señor Lee. Cuida del Rey mientras no estamos, ¿Vale? —mami se inclino sobre mí.

Respondí con un "No se preocupen, si puedo calentar agua sin quemar la cocina creo que puedo manejar esto"

El resto de la noche me la pase en mi habitación contemplando la ventana. El reino había sido atacado por un golpe de estado, liderados por el hermano menor del Rey; EunWoo, un Omega sumamente amable que cayó en la trampa de uno de los enemigos del Rey.
MoonBin, el Rey vecino, nunca había sido amable con el Rey y buscaba la manera de derrocarlo; por casualidades del destino resulto que EunWoo era la pareja predestinada de MoonBin y cuando se enteró de ello, comenzó a disuadir a EunWoo acerca del Rey. Y al parecer logro su cometido.

Un toque en mi hombro me sobre salto, girándome para ver quién era, me encontré con el Rey, que me miraba un poco avergonzado.

—Lo siento si fui descortés, toque la puerta pero no contestaste, olvídalo fue estúpido, y supuse que estabas despierto por la luz —confesó mientras se rascaba la nuca—. ¿Puedo sentarme?

Señale la cama, era lo más cerca a la silla del escritorio junto a la ventana. Pasamos un rato donde nadie hacia nada.

—JiMin, se que estas un poco confundido por esto y mi situación pero yo...realmente debo decirte la razón de por qué yo me encuentro aquí

Asentí, dándole a entender que prosiguiera.

—Estábamos cerca de tu casa por que veníamos hacia acá. Yo necesitaba preguntarte algo, así que...es ahora o nunca —sacó una caja blanca aterciopelada y se arrodillo enfrente de mí—. ¿JiMin, quieres casarte conmigo?

Mi cabeza estaba en blanco, no podía creer lo que veía. El Alfa Rey pidiéndome matrimonio. Cuando me di cuenta me encontraba besando al Rey...era gloria pura.

Mientras me colocaba el anillo, observe su muñeca tapada por aquel brazalete.

Lo había olvidado completamente. Todos tenemos pareja predestinada.
Ese grueso brazalete tapaba la marca de pareja. Cuando dos personas tienen la misma marca significa que son destinados.

Mi gran sonrisa se borró, una pregunta se plasmó en mi cabeza.

¿JungKook y yo seriamos destinados?