El vigésimo octavo día.

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El vigésimo octavo día quise volver a conquistarte, porque no habían obstáculos que me detengan y nosotros ya nos conocíamos.

Pero cuando te dije que quería hablar de algo importante, te sonrojaste y gritaste que no estabas listo para esto y luego saliste corriendo. Sigo sin comprender qué pasó ése día pero tu sonrojo fue muy bonito.

Plan de conquista • TAEGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora