Jibeb & Jara

Nam & Jibeb #14

Jibeb: (Suspira mientras camina lentamente hacia el pequeño banco que estaba grente a ella. Sujeta un ramo de flores con una mezcla de tristeza y nostalgia en su mirada. Se sienta y coloca las flores cuidadosamente en el florero que estaba a su lado)

Jibeb: Hola... Nos volvemos a ver. Me parece increíble que ya hayan pasado tantos años desde que nos conocimos en el colegio.

Nam: (Su voz resuena suavemente en la mente de Jibeb mientras ella habla) Hola ¿recuerdas cuando solíamos jugar juntos en el patio de recreo? Parecía que nada podía separarnos.

Jiebe: (Recuerda los momentos felices que compartieron) Sí solíamos ser inseparables. Éramos mejores amigos pero el tiempo nos mostró lo que realmente éramos... mucho más que eso.

Nam: (Una pizca de nostalgia se escucha en su voz) Sí nos convertimos en algo especial ¿verdad? Recuerdo cuando nos dimos cuenta de que nuestros sentimientos iban más allá de la simple amistad. Fue un torbellino de emociones.

Jibeb: Sí fue algo mágico y hermoso. Nos dimos cuenta de que estábamos enamorados y decidimos darle una oportunidad a nuestra relación. Pero... las cosas cambiaron ¿verdad?

Nam: (Su voz suena triste y nostálgica) Sí poco a poco nuestros caminos se volvieron diferentes. Las responsabilidades de la vida adulta nos pesaron y comenzaron a alejarnos. Intentamos mantenernos juntos pero el amor que una vez nos unió comenzó a desvanecerse.

Jibeb: Sentí que nos estábamos perdiendo el uno al otro a pesar de todos nuestros intentos de mantenernos unidos. Y entonces... decidimos terminar. Fue una de las decisiones más difíciles que tomé en mi vida.

Nam: (Con tristeza) Lo sé yo también lo sentí. Aunque nos separamos siempre te llevé en mi corazón.

Jiebeb: Simplemente las circunstancias nos superaron. Ambos éramos jóvenes e inexpertos y nuestras vidas nos llevaron por caminos diferentes.

Nam: (Esperanzado) Pero quiero que sepas algo... A pesar de la distancia y el tiempo que ha pasado siempre te amé. Siempre fuiste y serás un pedazo de mi corazón.

Jiebeb: Como desearía haberlo sabido en aquel entonces. Me arrepiento tanto de haber dejado que eso nos separara. Si tan solo pudiera retroceder el tiempo y decirte cuánto significabas para mí.

Nam: (Tranquilo) No te tortures con los "qué hubiera pasado". Ambos crecimos aprendimos y seguimos adelante. Pero estoy agradecido de haber compartido esos hermosos momentos contigo.

Jiebeb:Yo también estoy agradecida por el tiempo que tuvimos juntos y por los recuerdos que siempre atesoraré.

Nam: (Su voz se debilita mientras se aleja) Te extraño tanto... Pero sé que tienes una vida por delante y mereces ser feliz. Siempre estaré contigo en espíritu cuidándote desde algún lugar.

Nam: (Arrodillada junto a la tumba susurra) Siempre te amaré mi eterno amigo y amor. Hasta que volvamos a encontrarnos... adiós.

(Ambos permanecen en silencio mientras el viento suave acaricia el lugar. Jibeb se pone de pie se aleja de la tumba y camina lentamente llevando consigo los recuerdos de su historia)


Años antes....

En la escuela secundaria Jiebeb y Nam eran inseparables. Desde el primer día formaron un vínculo especial a través de sus aventuras chistes y romances adolescentes. Juntos exploraron cada rincón de la escuela descubrieron nuevos lugares y vivieron momentos inolvidables.

Era como si el mundo girara a su alrededor cuando estaban juntos. Rió mucho con las ocurrencias de Nam y se enredó en sus brazos protectores cada vez que necesitaba consuelo. La química entre ellos era obvia y todos en el colegio se daban cuenta de lo especial que era su relación.

Sin embargo a medida que los años pasaban algo comenzó a cambiar. Pequeños signos de celos comenzaron a manifestarse desluciendo poco a poco la hermosa amistad que habían construido. Jibeb notó cómo Nam se volvía posesivo controlador y le hacía sentir insegura con su comportamiento manipulador.

Los chistes se volvieron sarcasmos mordaces que lastimaban su autoestima y las aventuras se transformaron en momentos tensos de discusiones interminables. La sonrisa se desvaneció de su rostro y el amor se convirtió en miedo de decir o hacer algo incorrecto.

Jibeb intentó hablar con Nam sobre cómo se sentía esperando que las cosas cambiaran pero solo empeoraron. Los celos se intensificaron y los romances adolescentes se volvieron una fuente constante de confrontaciones y reproches. Se encontraron atrapados en un ciclo tóxico que ninguno de los dos sabía cómo romper.

Las lágrimas llenaron los ojos de Jibeb con más frecuencia y el dolor de verse envuelta en una relación deteriorada se volvió insoportable. Finalmente después de mucha reflexión decidió que era hora de terminar con todo.

Se citaron en su lugar especial el rincón del jardín de la escuela donde solían pasar horas riendo y soñando juntos. Jibeb miró fijamente los ojos de Nam su rostro lleno de tristeza y resignación. Apretando fuertemente su corazón ella dijo con voz temblorosa: "Nos hacemos daño Nam. No podemos seguir así."

Tras un silencio incómodo y con la mirada perdida en el suelo Nam asintió con tristeza. Sabía que su comportamiento había sido tóxico y que había lastimado a la persona que más amaba. La voz temblorosa respondió: "Lo siento Jibeb. No quería que esto pasara."

Ambos sabían que era lo correcto aunque aún así el dolor de la despedida era insoportable. Se abrazaron una última vez sintiendo cómo las lágrimas corrían por sus mejillas. Sin palabras se separaron y se alejaron en direcciones opuestas cada uno con el corazón roto y lleno de tristeza.

El final de su relación en la escuela secundaria dejó una marca profunda en ambos. Ambos aprendieron lecciones valiosas sobre el amor y la importancia de no dejar que la toxicidad se apodere de una relación. Aunque se separaron dejaron atrás los celos la toxicidad y el desamor con la esperanza de encontrar la felicidad y la paz en el futuro.

Años después de su dolorosa separación Jibeb y Nam se encontraron por casualidad en un café local. Sus miradas se cruzaron y un halo de nostalgia llenó el aire. Con los corazones acelerados decidieron romper el hielo y comenzar una conversación.

Jibeb: Nam ¡hace tanto tiempo! ¿Cómo has estado?

Nam: Jiebe sí ha pasado demasiado tiempo. He estado bien tratando de seguir adelante. Y tú ¿cómo te ha ido?

Jibeb: Lo mismo tratando de continuar con mi vida. Ha sido un camino difícil pero estoy encontrando mi camino.

Nam: Siento mucho cómo terminaron las cosas entre nosotros. Me arrepiento de todo lo que sucedió en aquel entonces. Fui tóxico y egoísta y no debería haber permitido que nuestras inseguridades destruyeran nuestra relación.

Jibeb: También he reflexionado mucho sobre eso Nam. Ambos tuvimos nuestra parte de culpa en lo que sucedió. Pero al menos ahora podemos conversar como adultos y amigos.

Nam: Tienes toda la razón Jibeb. Me alegra verte y darme cuenta de que hemos superado todo eso. ¿Te gustaría retomar nuestra amistad?

Jibeb: Sería maravilloso Nam. A pesar de todo siempre tuvimos una muy bonita amistad. Si podemos dejar atrás el pasado podríamos ser mejores amigos.

A medida que conversaban el peso del pasado comenzó a desvanecerse. Recordaron los momentos divertidos y las aventuras que compartieron en su juventud volviendo a reír juntos como antes.

La complicidad renovada les recordó por qué habían sido tan cercanos en primer lugar.Con el tiempo Jibeb y Nam se convirtieron en verdaderos confidentes y apoyo el uno para el otro. Ya no había lugar para los celos ni la toxicidad. A menudo hablaban sobre sus nuevas relaciones y se alegraban sinceramente por la felicidad del otro.

Jibeb: Nam hay algo que quiero decirte. Te agradezco por perdonarme y permitirme volver a tu vida como amigo. Significa mucho para mí.

Nam: Jibeb puedo decir lo mismo. Me alegra que estés en mi vida nuevamente como una amiga real y genuina. Has sido un apoyo invaluable.Incluso con el paso del tiempo su amistad creció más fuerte.

Aprendieron a valorarse y se apoyaron en los momentos difíciles. Nunca habrían imaginado que a pesar de todo el dolor sus caminos se volverían a unir de una manera tan hermosa.A veces las personas no están destinadas a estar juntas como pareja pero eso no significa que no puedan mantener una amistad significativa. Jibeb descubrieron que la verdadera amistad puede superar cualquier separación y convertirse en un vínculo mucho más valioso que cualquier romance pasado.Y así juntos encontraron la felicidad en su amistad celebrando cada uno de los logros y compartiendo cada uno de los desafíos. A través del reencuentro se dieron cuenta de que en realidad nunca habían dejado de ser amigos.