Love Songfics

Si me tenías

Título: Si me tenías.

Personajes: Steven G. Rogers / Anthony E. Stark.

Pareja: Stony / IronStrange (broken).

Género: Angst.

Advertencia: Ninguna.

Resumen: El dolor que Tony sentía por el abandono de la persona que amaba, parecía no acabar nunca. O eso creía, pues cerca de él, existía alguien con ese mismo dolor.

Nota de la autora: Los personajes no me pertenecen. Créditos totales a Stan Lee.
Songfic perteneciente a una serie de retos llamado: "Love Songfics". Esta es la segunda parte del anterior Songfic, teniendo la perspectiva de la relación de Tony.

"Si me tenías ¿Por qué perdiste el equilibrio y te alejaste de mi vida?".

Quinto reto, canción que te ponga triste: Si me tenías – Mijares.

Tony veía el rostro apacible de Steve descansar, fue una larga noche y el anillo sobre su dedo, era una prueba de ello. Además del dolor en su parte baja, claro. A veces el rubio podía ser bastante apasionado. No podía creer como todo aquel dolor que ambos habían guardado por sus anteriores relaciones, los llevara a ese punto: al encuentro.

Sabía la historia de Steve y aquella mujer que lo despreció y Steve sabía de aquel hombre que lo había abandonado por irse con alguien más. El pasado fue algo tormentoso, pero ambos fueron pacientes con el otro, tratándose con cuidado y amándose cada día más.

Se conocieron gracias a Bruce, en un encuentro que se dio en la cafetería de la universidad en la cual trabajaban. Tony era un profesor destacado dentro del área de ingeniería y por lo que supo, Steve se desempeñaba en el departamento de arte. Dos lados totalmente opuestos, pero que por cosas de la vida, encajaron a la perfección. A su manera, cabe aclarar.

— ¿Conoces la Colección Frick? —Preguntó de pronto Tony, recibiendo una asombrosa mirada por parte del otro. Para ese momento, Bruce había decidido dejarlos solos.

—Por supuesto, una vez fui. Hasta donde sé, lo han remodelado ¿No?

— ¡Exacto! —Ambos estaban emocionados, más de lo que quisieran. Por un momento, olvidaron el dolor de la pérdida—. Me dieron dos invitaciones, si gustas, puedes venir conmigo.

—Me encantaría.

Esa tarde, Tony llegó a casa bastante feliz por el rato compartido junto a Steve. Parecía ser un buen hombre, pero pudo notar un atisbo de tristeza en los ojos azules. No quería ser entrometido, pues realmente detestaba a ese tipo de personas. La oscuridad de su hogar, se alejó al momento en que encendió las luces, casi se va de espaldas al ver el desorden.

Sabía que Rhodey vendría a borrar toda evidencia de quien fue su pareja, pero nunca creyó que dejaría casi todo vacío. La tonalidad de las paredes se veían un tanto apagadas, su propia casa se había convertido en un reflejo de su corazón.