Una tonta apuesta

11. Bienvenida a mi humilde hogar

-Gracias -Dije con una sonrisa y él secó mis lágrimas, ya sabía que tenía un poco de corazón, había tratado de consolarme aunque cualquier otro me hubiera dicho que soy perfecta como soy o algo así, pero algo es algo, aunque sea es un poco de progreso

-Ahora vamos a mi casa, no quiero ir al estupido club de estudios

-No puedo faltar, ya lo hice la semana pasada y no quiero arruinar mi reputación de puntual -Dije y un segundo después me di cuenta de lo que se refería Jack con lo de ser menos nerd

-A eso me refiero con ser muy nerd y aburrida, no pienses en eso y vamos a mi casa, es más divertido y no hay tantas distracciones, además no estaré rodeado de nerds -Dijo él, no debería decirle eso a una nerd

-Esta bien -Dije ya que en parte, creo que muy en el fondo tiene razón, además estar solos los dos es una ventaja

Jack me guió hasta su automóvil y luego su chofer nos llevó a la casa de Jack, vivía en un barrio de millonarios, todas las casa eran como 5 veces la mía, el automóvil se detuvo frente a una puerta eléctrica y cuando esta se abrió, había un jardín inmenso y en el fondo había una de las casas más grandes que había visto en toda mi vida, sin duda era una mansión

-Bienvenida a mi humilde hogar -Dijo Jack cundo el chofer se estacionó y los dos bajamos, solo la había visto por fuera y ya sé que era muchísimo más grande que mi casa, parecía un hotel!!

-Esto es cualquier cosa menos humilde -Dije mirando alrededor, todo era hermoso

Unos segundo después, los dos entramos por la puerta principal y él me guió ha un gran estudio

Media hora más tarde ya estábamos estudiando, por fin había logrado hacer que Jack empezara a hacer el trabajo aunque el profesor tenía razón sobre sus problemas de concentración, se distraía a cada instante y hablaba tonteras, pero por lo menos ya habíamos avanzado un poquito, además los empleados de Jack nos trataban como a reyes, nos traían bebidas, bocaditos y cada segundo venían a ver que no necesitemos nada, ya quisiera yo que en mi casa fuera igual, Jack tiene estos lujos todos los días desde que nació y yo probablemente no los tenga nunca

-Ya me aburrí, hagamos otra cosa -Dijo Jack mientras se acercaba a mi

-Tenemos que hacer el proyecto, para eso estamos aquí -Dije seria, él me miraba fijamente, cada ves estaba más cerca, pude notar que tiene unos ojos azules hermosos y su pelo castaño se veía aún más claro con el sol de la ventana, debo admitir que es muy guapo, lo cual hace la apuesta más divertida

-Aceptas, si o no? -Dijo mirándome, por quedarme pensando en lo guapo que era, no escuché de que me estaba hablando, por lo tanto no sabía que contestar

-Si -Dije no muy segura, aunque por su cara supe inmediatamente que tenía que haber dicho que no, él me miraba sonriente

-Eso me gusta, que te relajes y dejes de pensar en los estudios, ahora vamos -Dijo feliz y me jaló del brazo a afuera del estudio y me guió por su mansión hasta la parte trasera de la casa, había una piscina enorme, un jacuzi y en un lugar aparte, un sauna

-Que hacemos aquí? Ya te dije que tenemos que acabar los trabajos -Dije seria, no me pienso meter a la piscina con este tonto

-Los haremos después, además ya aceptaste -Dijo mirándome, supongo que eso fue lo que acepté sin saber

-No tengo traje de baño y si piensas que me voy a meter sin ropa estás muy equivocado-Dije seria, el solo me veía con una sonrisa

-Tranquila, lo que menos quiero es eso, yo te prestaré uno -Dijo y sacó de un armario un bikini, yo solo podía imaginarme de que zorra era eso y como fue que se le olvidó

-No me voy a poner eso, quién sabe de quién sea

-Tranquila, es de Sara y esta lavado -Dijo tranquilo, supongo que se dio cuenta de mi asco

-No me voy a poner eso -Dije decidida, no sólo era el asco, también era el echo de que no quería que él me viera en bikini, nunca me había gustado mi cuerpo, no era gorda pero si debía de hacer un poco de ejercicio y supongo que a alguien como él no le gustaría, si quiero que se enamore de mi, no puedo dejar que me vea en bikini

-Si te lo vas a poner, no hay otra opción, ahora deja de quejarte y cámbiate -Dijo mientras me guiaba a un vestidor, luego él se fue a cambiar

Después de varios minutos de discusión conmigo misma, decidí ponerme el bikini, no iba a hacer que se enoje, además él tiene razón debo dejar de pensar tanto y divertirme un poco

-Eres una lenta!! -Escuché que me decía al otro lado de la puerta

-Ya salgo -Dije y unos segundos después salí, él estaba con unos shorts y sin camiseta, se notaba que hacía ejercicio, es muy guapo

Él se quedó mirando por un rato, supongo que se quedó inspeccionando como típico hombre, me ponía nerviosa

-Vamos -Dijo me jaló del brazo hasta la piscina, cuando estábamos cerca me levantó y me lanzo al agua, yo solo gritaba y él se reía, es un tonto pero creo que me cae bien