Mis Hermanastros 『C.V || J.P』[Editando]

C I N C U E N T A Y U N O

Vueltas. Era Emma quien daba miles de esas en su cama.

Las imágenes de todo lo sucedido con su madre se amontonaban en su mente. Eso la estaba irritando.

Giro su cabeza y cuerpo hacia el lado derecho de la cama, pues estaba recostada sobre el izquierdo. Estiró su brazo para tomar el celular que se encontraba sobre la mesita de noche y al encenderlo no pudo evitar que sus ojos se cegaran por la fuerte luz del aparato en la oscuridad.

Apenas su vista se aclaro, ojeo rápidamente la hora: 3:37AM.

Cansada de no poder conciliar el sueño, destapó y despegó su cuerpo de la cama dirigiéndose a encender la luz.

Salió de su habitación y bajo las escaleras hacia la cocina. Llegada ahi, tomo un vaso y sirvió agua en el para luego comenzar a beber.

Un golpe seco resonó en toda la casa cuando la chica habia bebido exactamente la mitad del vaso. El fuerte ruido había echo que Emma parara de beber de su vaso y se acercase al lugar de donde parecía venir el sonido. 

Pareciese como si algo de gran tamaño y peso hubiese caído al suelo sin ningún imprevisto. El sonido parecía haber provenido de la parte de arriba.

La curiosidad estaba matando a la chica.

Abandono al vaso sobre la mesa y fue hacia las escaleras, comenzando a subirlas cuidadosamente. Un gemido de dolor que provenía de la habitación de Joel provoco una cierta tensión en la chica.

Se acerco al lugar antes mencionado, abrió la puerta y encendió la luz viendo como Joel se levantaba del piso.

Emma-¿que sucedio?- pregunto una vez que noto que el rizado la había visto ahi.

Joel-caí de la cama- dijo terminando de incorporarse del suelo con una rara expresión de dolor en su rostro -¿y tu?- se acercó mientras resfregaba sus ojos y suspiraba con algo de sueño.

Emma-tengo insomnio- respondió con una sonrisa simple.

Joel-¿estas bien?- pregunto con una voz un tanto suave, refiriéndose al conflicto de hoy.

Emma-eso creo- dijo después de un suspiro exhausto. 

Joel-¿sabes? Es raro. Son las 3 de la madrugada, todos duermen, yo caí de la cama, tu no puedes pegar un ojo y..- hizo una pausa -tengo ganas de besarte- soltó -en realidad, ¿debo hacerlo?- pregunto mirando los ojos de la niña.

Quizá algo de pena o timidez invadió el sistema de Emma, lo que hizo que bajara la cabeza y mirada antes de responder.

Emma-no sabría que decirte- respondió observando, por fin, los ojos del rizado.

Joel-¿me dejarias hacerlo? ¿tu quieres? ¿quieres que te bese? ¿quieres besarme?- dio un paso mas hacia ella.

Emma no supo responder, pues no encontraba respuesta alguna, no sabia si dejaria que Joel la bese, no sabia si queria ser besada por el, no sabia si queria besarlo, simplemente no encontraba respuesta a las preguntas del chico.

Se limito a bajar la mirada junto con la cabeza, como lo había echo con la primera pregunta.

Joel dirigió su mano hacia el mentón de la niña, levantandolo para poder observar esos ojos que tanto le encantaban. Sabia que no debía desaprovechar ese momento, asi se ocupo de observar y grabar en su mente la imagen de esos brillantes ojos cafe y pestañas un tanto alargadas que ansiaba poder mirar fijamente todos los dias.

Luego, con su mano derecha corrió el cabello de la niña, el cual cubria su cuello y parte de su hombro. Los labios de rizado se guiaron hacia el cuello de Emma, comenzando a arrastrarse por la suave piel que poseía ella, embriagandose con su exquisito perfume. Los labios de Joel se adhieren perfectamente a la piel de ella, para luego despegarse creando un sonido cargado de erotismo.