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Las olas iban lento, chocando una contra otra. Dando una vista que no podía ser despreciada por el pelinegro que yacía quieto presenciando aquel paisaje.

Ya casi anochecía de nuevo, y el solo podía pensar en aquella sonrisa bonita, el chico parecía de piel suave y tan... frágil. Se preguntaba que se sentiría poder apretarlo entre sus brazos y nunca soltarlo. Que se sentiría probar sus labios tan suaves y rojizos.

Sus sentimientos iban más rápido de lo que esperaba, y eso sólo lo hacía sentirse estúpido. Se levantó pensando en cómo podía permitirse esto, él nunca había sentido algo así por nadie.

Sintió la lista aparecer en su bolsillo, y bufó al darse cuenta que la noche recién empezaba.

Fue lo más rápido que pudo con la lista, tenía en claro que si no quería tener más problemas debía mejorar mucho más su trabajo. Aunque a veces odiaba tener que hacerlo.

Se encontraba en la cabina blanca, sirviendo el té para un joven universitario.

"Yo no pude decirle a mamá que la amaba."

El joven sollozó mirando la taza.

No era la primera vez que Changkyun veía a alguien llorar de arrepentimiento por algo que no logró hacer, estaba acostumbrado a este y muchos otros escenarios que se presentaban al ser un ángel de la muerte.

"La muerte es inevitable. Bebe de tu té. Olvida todo. Ahora sólo te quedan dos opciones, o el paraíso o los agonizantes recuerdos del pasado. Y a ti, se te ha otorgado la opción de conseguir lo primero."

El chico asintió, dejando todo miedo atrás y bebiendo el contenido de la taza. Changkyun asintió con su cabeza también y abandonó la cabina, sabiendo que todo aquel que escogía o ganaba el paraíso, sabía cómo llegar hacia él.

A veces pensaba que hubiera sucedido si llegaba al paraíso. A veces se preguntaba que tan malo fue lo que hizo como para convertirse en lo que era. De su vida pasada, no quedaba nada. Y aunque no lo admitiera, le dolía.

Dolía horriblemente.

Angel of Death [Changki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora