One shot

992 91 32
                                    

Espero les guste n.n 

~~*~~

El cuadro sobre su escritorio y la imagen que se dejaba ver en él. Era todo en su mundo. Porque lo que vivía y seguramente por lo que moriría. Su alegría, su vida, en definitiva su todo.

Momentos difíciles pasaron en su vida cuando su hija nació. En ella estaba escrito su destino para bien o para mal. Lo quiera o no. Lo supo en el momento en el que aquella alfa se había cruzado en su camino. Ambos con una misma fuerte definición pero para aquellos que tenían poder y dinero no eran suficientes.

El que fuera un alfa con genes inigualables no había importado para la familia de su novia, necesitaba estatus y un apellido con historia. Y la única historia que podía contar era la de su luchadora madre que apunta de baños limpios lo había sacado adelante. No. Eso seguía sin ser suficiente.

Sin embargo una brecha bastante minúscula se abrió cuando obtuvo una beca y la posibilidad de estudiar derecho. Que aunque no le gustara estaba más que dispuesto si con ello podían aceptarlo como pareja de su adorada princesa.

Las cosas iban bien. Al menos toleraban que fuera visitarla a su casa de ves en cuando sin echarlo a patadas. Eso verdaderamente fue un avance. Avance que fue aplastado a los meses en que su novia quedo embarazada. Toda posible aceptación se borró y comenzó su calvario.

Las peleas con su novia fueron en aumento. Los meses pasaban y la joven era incapaz de adaptarse a la vida humilde sencillamente porque no ponía de su parte. Ella quería sus lujos. Quería volver a casa y ser la hija de papi. Los meses seguían pasando y sus esfuerzos eran en vano la niña dulce de la que se había enamorado a cada segundo se daba cuenta de que realmente nunca había existido.

De ello definitivamente termino por darse cuenta cuando su hija nació. Aquella niña que no dejaba de llorar en los brazos de ella dejaba de hacerlo en cuando él le hablaba. Era hermosa a sus ojos. Morena como el pero de cabello gris como su madre. El que su pequeña fuera de un caso en mil a él no le importo en lo absoluto. Era su hija, su omega, su vida. La protegería de quien sea.

Así sea de su propia madre. Después de un mes tanto el cómo su pequeña solo se convirtieron en una gran suma de dinero. Cuando el dinero fue arrojado en su mesa de centro lo único que dijo y de la manera más fría que pudo fue.

"Quiero el triple y a ti lejos de nosotros" mirando a la joven que aun amaba.

Luego de aquello solo fueron términos y condiciones que ambas partes no debían romper.

Aomine no estaba contento. Se había vendido, estaba enojado y sintió impulso de tomar el dinero y arrojárselos en la cara. Pero no lo hizo. Pensó un poco más allá por su misma hija. Sabía que tendría que dejar su carrera y no tenía a nadie que lo pudiera ayudar ni siquiera para cuidarla pues a su madre la había perdido años atrás en un accidente. Estaba solo.

Los años venideros fueron malos y se le vinieron peores pero salió adelante. Desde limpia baños, barredor municipal, hasta acompañante y entre otras cosas que prefería no nombrar pues aunque no lo pasaba mal no las presumiría con orgullo.

Y ahora era nada más ni nada menos que director general de una empresa renombrada. Como se había dado el caso ni él se lo creía. Momoi Katsuki era una chica extrovertida y algo loca para la que trabajaba. Su relación jefe empleado cambio rápidamente a amigos de confianza, la chica le había tomado bastante estima y gracias a ello y su arduo trabajo fue subiendo de nivel. El que fiuera director general ahora era simplemente porque su amiga le había entrado la calentura. Aquello no tenía otro nombre.

Sorry (Aokaga)Where stories live. Discover now