Parte 3

394 57 34
                                    

Los días habían sido incómodos, tensos y llenos de aura amarga. El fin de semana ya había pasado, eran días laborales y SeHun y BaekHyun se encontraban trabajando en su rutina diaria. Mientras SeHun vivía en las cuarto paredes de la oficina, BaekHyun disfrutaba la soledad del despacho en casa, editando los capítulos de la novela en la que estaba trabajando.


Había perdido su celular desde la última vez que LuHan estuvo ahí, no lo había visto. No quería echarle pecado o juzgar al primero que viera, pero era increíblemente sospechoso que desde que LuHan los sorprendió en el porche esa tarde del sábado no haya visto más su teléfono. SeHun revisó en la camioneta ese mismo día después de cenar, fracasando olímpicamente. Después habían buscado en la oficina de BaekHyun, pero tampoco estaba. Finalmente voltearon toda la casa, pero nada de señales del teléfono. BaekHyun tenía muchas cosas en esa pequeña caja, ahí estaban sus datos más importantes y todos los documentos que usó en la corte cuando Park ChanYeol fue sentenciado a dos años de prisión por acoso sexual. Castigo que para BaekHyun fue nulo, porque dos años no le darían La Paz y justicia que él se merecía. Él había sido abusado, pero los gringos preferían hacerle caso omiso a los golpes y violaciones en su cuerpo.


Siguiendo con el tema del celular, BaekHyun no sabía por qué SeHun tenía tanto empeño en defenderlo. Sabía que jamás volvería con él—o al menos así lo esperaba—pero de cualquier forma, le inquietaba eso. Aunque costase aceptarlo, LuHan había sido su marido durante muchos años, habían tenido a JungMin cuando se estabilizaron como matrimonio, alquilando el vientre de una muchacha. Aún así, BaekHyun se sentía preso y celoso. En su pecho latía la agonía y desespero de que SeHun pudiera ser fácilmente arrebatado de su lado. Sacudió la cabeza ante tales pensamientos, suficiente tenía que lidiar con un pasado que lo atormentaba diariamente para carcomerse el cerebro pensado el pelotudeces.


Se fue del despacho a serenarse un rato, necesitaba aire puro y dejar las preocupaciones unas cuantas horas. Además, justo a la noche sería la re-apertura de la cervecería de los padres fallecidos de SeHun, los señores Oh. BaekHyun se sintió emocionado y feliz, entonces monto en el auto y fue manejando hasta el pueblo.


Una vez allí, se entretuvo en las calles del lugar y las tiendas, que le mostraban los trajes más finos y bonitos. Uno le llamó la atención tal, que no aguanto la tentación de pasar a medírselo.


La muchacha que atendía le dio la bienvenida y lo llevó a los probadores, ya sabiendo la buena elección del hombre. Una vez BaekHyun estuvo frente al espejo, viéndose el traje blanco, sonrío al imaginarse así en el altar, cuando SeHun le colocase el anillo y ambos se besaran como sello de su unión para toda la vida.


—¿Es bonito, no cree?—dijo la joven vendedora, que le acomodó las mangas.—el señor Lu venía a comprar acá, era mi cliente favorito. Él y el señor Oh hacían una pareja de ensueño.


BaekHyun la miró a través del espejo. Ella sonrió tanto, como un payaso, y le lanzó una leve mirada de desaprobación después de halagarlo con hipocresía. BaekHyun sabía que ella estaba en complot con LuHan. Casi podía leerlo. Entonces le miró con los ojos al borde de las lágrimas, una mezcla de ira y dolor juntos. La empleada le preguntó sarcásticamente si iba a llevar el traje, pero BaekHyun negó mientras le pedía que lo dejase solo para cambiarse.


Una vez estuvo fuera de allí, fue camino a casa y se dio una buena ducha, como Dios manda. Despejarse no fue una buena idea, después de todo. Bajo a la cocina con una bata de baño estilo japonés y atendió el teléfono local que no paraba de chillar en el living. La felicidad volvió a BaekHyun tan pronto escuchó la voz de MinSeok al otro lado de la línea.


—Dios mío, Min—se quejó BaekHyun, suspirando—El padre de JungMin, LuHan, joder. Me hace la vida un infierno.


MinSeok le oyó claramente y BaekHyun casi podía verlo asentir con la cabeza.


Mío o de Nadie || SeBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora