Mío o de Nadie || SeBaek

Parte 6

—Señor Byun, por favor, le pedimos cooperación—el oficial Roberts se aclaró la garganta y miró a uno de sus guardias con sentencia.

—Estoy dispuesto ayudarlo—dijo Roberts en casi un susurro, teniendo que inclinarse para que BaekHyun le oyera. Este respiró tranquilamente y en sus ojos brilló la luz de la esperanza.

Que lograra que uno de los oficiales le confiara era toda una meta alcanzada. Podría probar su inocencia, pero no estaba seguro de que alguna de las mucamas de LuHan—o cualquier miembro del personal—lo ayudara está vez. Ellos juraban fielmente lealtad a su patrón, así que BaekHyun se las vio feas. Quitando ese hecho, BaekHyun también pensó cómo podría librarse de ChanYeol. Con estas dos opciones tenía que pensarlo demasiado bien, pero sonrío cuando recordó a JungMin. ¡JungMin confesaría y diría todo! El pequeño sería nuevamente su salvación. Lo que le parecía un reto ahora era confesarle a Roberts lo que tenía en mente sin que él desconfiara demasiado.

Roberts se mantenía cruzado de brazos y rascándose la barba de vez en cuando, con el ceño fruncido. A BaekHyun le recordó a su padre. Roberts no es asiático, eso era obvio, pero su manera de comportarse le hacía homenaje a su padre; Roberts tendría unos triunfa y pico de años, pues no se le veía tan joven pero tampoco tan viejo. Era rubio de ojos esmeralda, todo un actor sacado de una película.

BaekHyun espabiló y miró a Roberts perspicaz.

—Bueno—BaekHyun suspiró mientras se pasaba una mano por la cara.—Conocí a ChanYeol cuando tenía, tal vez, unos ¿veinticuatro?—BaekHyun recordó, frunciendo el ceño—Fue todo en una fiesta.

Roberts rodó los ojos como si aquello fuese lo más típico del mundo americano.

—Qué cliche, BaekHyun.

—Lo sé—BaekHyun rió.—Él me ayudó a salir de una pelea con un tipo que me llevaba dos cabezas, honestamente todo empezó porque aquel sujeto me busco pelea y yo no iba a dejarme joder, no me importó ser más pequeño, literalmente le patee el culo—Roberts soltó una carcajada y los oficiales se preguntaron en qué se reía tanto—Cuando el mamut logró atraparme, intento asfixiarme y casi pasó al otro lado si no hubiese sido por ChanYeol.

» Joder, Roberts, él se comportó tan bien al principio. Evidentemente supe que era coreano al escuchar su acento y ahí nos conocimos. Me llamo tanto la atención, y que me salvara la vida me hizo darme cuenta de que íbamos a estar siempre en deuda, todo fue hermoso, hasta que no lo fue. Cuando cumplimos el año de amistad, él decidió llevarlo todo más allá. Me adentré más en su vida y descubrí que era un drogadicto de mierda, consumía demasiado. Llegaba al punto de ni siquiera saber su nombre y me golpeó incontables veces.

BaekHyun respiró hondo, tratando de que las lágrimas no salieran a chorros por sus ojos mientras que Roberts le miraba preocupado y poniendo toda su atención en la historia.

—Mi peor error fue enamorarme—confesó BaekHyun, tragando duro—ChanYeol me prometió la luna y las estrellas... y yo le creí.

» Sí todo iba mal, pues empeoró cuando empezaron los insultos y las agresiones sexuales. Había días en los que no podía levantarme de la cama porque me había maltratado tanto, que era un infierno estar de pie mucho rato. Me violaba cada que se le antojaba y me hacía menos delante de sus amigos, todos eran unos fugitivos de mierda. ChanYeol robaba autos, teléfonos celulares, cosas de menor importancia; pero un día algo salió mal, muy mal.

Roberts se concentró más en BaekHyun y apretó los puños sobre la mesa.

—Supe que algo estaba raro cuando ChanYeol se tardó demasiado en la gasolinera. Era más que una simple parada.—había dicho BaekHyun—Fui lo suficientemente astuto como para moverme sin que me vieran, entonces fue cuando lo vi. ChanYeol estaba golpeado, repetidas veces, con un bate de béisbol la cabeza de un hombre. Quedé tan horrorizado que chillé. ¡Es que le pegaba una y otra vez, no paraba! Fue asqueroso.