◆◇Elementales no compatibles... ◇◆ <TordTom> [Eddsworld]

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Mi cabeza dolía, estaba sentado, en la nada misma, solo oscuridad a mi alrededor. Lo único que hice fue quedarme allí, sin moverme, sin hacer algún movimiento.

Me sentía miserable, débil, cada segundo que pasaba el lugar se hacia cada vez más frío.

Dolía mucho.

Quería pararme he irme de ese sitio tan espeluznante, pero mis piernas no respondían. Intente Muchas veces para finalmente acabar rendido, decidí que lo mejor sería esperar a que sucediera algo, hasta que sentí algo a mi alrededor.

Había una presencia más.

Escuché un grito de dolor detrás mío, después de un tiempo no había presencia de ruido, solo mi respiración apagada y el tic-tac en mi cabeza, sin más que hacer giré mi rostro para ver si había alguien.

Hasta que lo vi.

Era un chico de elemental agua, ojos color negro y cabello en punta.
Parecía asustado al igual que yo, aunque la diferencia era que en mi expresión facial no mostraba algún signo de temor, si no más bien de debilidad y desanimada.

Me di la media vuelta rendido, sería imposible hablar con ese tipo de elementales, son tan conflictivos. . .

Siento pasos por parte de él. Observé como se sentó enfrente mío, mire su boca, intentaba de decirme algo pero no podía hablar.

En un movimiento rápido me abraza, exaltado y asustado por su acción intente decirle algo pero no podía, finalmente Intente moverlo de encima, temiendo de que me dañara, aunque mi cuerpo no reaccionaba.

Lo extraño era que no me hacía daño, lo contrario, me estaba ayudando a sanar mi malestar, ¿Qué rayos está pasando aquí?.

Nuevamente mi cuerpo se manipula por si sólo, correapondí a su abrazo, pronuncié unas simples palabras.

"Gracias, Tom"

Pude ver como su expresión cambio a una de asombro al igual que la mía, ¿ese era su nombre?.

¿Su nombre es Tom?, espera. . . No, no puede ser, ¡¿es el príncipe del elemental agua?!.

Cada vez mi vista se hacía más nublosa, de estar en aquel lugar oscuro comencé a ver una luz al final del camino.

[. . .]

─¡Príncipe Larsson!.─Exclamó un guardián de confianza mientras se acercó a pasos rápidos a mi cama.─

─¿Q-qué pasó?.─Dije alarmado y confundido ante la situación, mi pecho se sentía. . . diferente.─

─Sentimos como su cuarto bajo de temperatura dramáticamente.─Dijo el guardia aún algo agitado.─ ¿Sintió alguna presencia de agua o hielo por aquí mientras dormía?.─Cuestionó preocupado.─

Su pregunta me helo la sangre, ¿le respondía la verdad o le mentía?, no sabía que decir hasta que decidí hablar.

─Yo. . . ─

[. . .]

Observé a Matt que estaba al lado mío durmiendo, mi pecho se sentía más cálido, era demasiado extraño, noté como él También se movía de lado a lado incómodo.

─¿Matt. . .?.─

─Mmhg. . . ─quejaba mientras de sus ojos salía un poco de nieve, parecía tener un mal sueño.─

─¡Matt!.─Grité ya harto he irritado para llamar su atención.─

Se despertó de golpe, causando que por instinto atacara, en este caso, con hielo.

─¡No quiero que mi cuarto se convierta en un iglu, Matt!.─Exclamé enojado mientras Esquivaba sus ataques y caía de mi cama.─

─P-perdón, es sólo que tuve un mal sueño.─Habló mientras gotas de cristal salían de sus ojos color azul mar.─

─Vamos no llores. . . ─Dije al recomponer mi postura y pararme correctamente, acto seguido lo abracé y le acaricié  de su cabello.─Fue sólo un estúpido sueño, no significan nada importante. . .─Susurré con calma al tomar de su rostro y plantearle un beso en su frente.─

Yo y Matt nos conocemos desde que éramos unos infantes de 3 años, somos como hermanos de distinta madre, él siempre me a apoyado y yo igualmente. Recuerdo que antes siempre hablábamos de como gobernariamos nuestro reino, con poder y lujuria. Aunque ahora todo es diferente, no queremos gobernar. Los dos opinamos que es algo sin sentido, pero lamentablemente tenemos que seguir con la tradición de la Monarquía.

─Tus cambios de ánimo me dan un poco de miedo,  Tom, deberías aprender a controlarte.─ Comentó al reír un poco por mi acción.─

─Bueno, tu sabes como soy, ¿qué se le va a hacer?.─Respondí al rascar mi nuca y sonreír de lado.─

─Deberíamos ir a desayunar algo, ¿no lo crees?.

─Suena la mejor idea, andando.

Nos levantamos, vestimos y fuimos caminando por los tranquilos pasillos, decorados con las extravagantes cascadas puestas en casi cada rincón del castillo, con unos suaves pero potentes colores celeste y azul neón.

El transcurso hacía la sala de comida fue silenciosa pero agradable. Aunque. . . Ese silencio de una u otra forma me había recordado a ese sitio oscuro, con la presencia del sonido agua y. . .

Fuego.

─¡Tom!, ¿estás bien? ¿qué sucede?.─ Preguntó mi acompañante al sacudirme de lado a lado y mirarme con pánico en su mirada.─

Negué con la cabeza, no era tiempo para pensar en ese tipo de cosas.

─Si... yo, lo lamento, me distraje por un momento.─Mencioné desorientado al seguir con mi caminata aún más rápida, sentí como me tomaba del hombro, pero no fue posible que dijera alguna palabra debido a que ya había abierto la puerta para poder ingresar a la sala.─

Cuando entramos por fin mi madre y padre se encontraban, pero algo me dio mucha irritación a lo cual solté un suspiro frustrado y rodear los ojos.

─Genial. . . ─Susurré al ver aquella chica sentada al lado de mi madre.─

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