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Just blow out the candles
Oh little boy, when will you learn?

—Burned. Grace Vanderwaal.

Al salir de la escuela Chae podía sentirse más aliviada. Aunque no era del todo feliz al menos no tenía que soportar a Seulgi y sus secuaces.

El chofer pasó por ella con uno de los tantos autos de su madre quien era dueña de una empresa de entretenimiento, gracias a eso nunca tenía tiempo para si hija, su padre en cambio nunca lo tuvo ya que murió cuando Rose era tan sólo una pequeña niña.

Rose estaba sola en el mundo, al contrario de lo que la rubia le había dicho. Llegó a su casa que era una enorme mansión y para distraerse empezó a estudiar y resolver ejercicios de los libros de la escuela, así mantendría su mente pensando en otra cosa que no fuera su terrible vida.

Lisa en cambio tenía unas tardes más alegres, al llegar a su casa después del autobús comía con su madre y su padre en la cocina de su departamento, luego iría al grupo de baile donde solía practicar junto a su amigo de la infancia Bambam, y por último se ocuparía de los deberes de la escuela.

Sin embargo ese día no podía concentrase en lo que hacía pues su mente se encontraba pensando en la pelirroja, la chica que lloraba y a la que quería ayudar no podía salir de la mente de la rubia. Lisa tenía un motivo fuerte para ayudar a Rose, no sólo por su espíritu solidario sino también porque casi comprendía a Chaeyoung, ya que Lisa también había pasado por una situación así, pero ella pudo salir y Rose... Rose era distinta.

De repente el celular de ambas vibró haciendo que dejaran lo que estaban haciendo, cada una en su casa pudo observar desde la pantalla del aparato el terrible acto de las chicas malas.

En la cuenta de chismes de la escuela estaban posteadas las fotos de Rose casi sin ropa, y había muchos comentarios malos de ella, al instante Rose empezó a sentir su corazón haciéndose añicos, ella no era nada de lo que los demás decían pero, le dolía en el alma saber lo que decían de ella.

Lisa no quiso quedarse quieta y denunció las imágenes en la página para que la quitaran cuando antes.

La rubia quería correr al lado de Chae y abrazarla para que llorara junto a ella, pasaría su mano por su cabello mientras la otra se aferraría con fuerza a su cuerpo, cada vez más juntas hasta que Rose comprendiera las intenciones de Lisa, pero, ¿era sólo el deseo de ayudarla lo que había causado tal situación imaginaria en la cabeza de Lalisa?

¿Por qué no le pedí su número? Se reclamó Lisa.

¿Por qué tengo una vida tan miserable? Pensó Chaeyoung.

Al día siguiente en la entrada del instituto Rose se encontró a la rubia, ésta no dijo nada respecto a las fotos y la tomó de la mano para hacerle sentir que estaba con ella, su cálida mano en un simple toque hizo a Lisa sentir algo que nunca antes había experimentado, al tocar la mano de Rose sus mejillas enrojecieron y su corazón se aceleró, pero para que la otra chica no se diera cuenta de tal situación Lisa ni siquiera la miró.

Caminó a su lado y aunque los demás hablaban mal de ambas no le importó.

"Seguro son lesbianas", "Chaeyoung otra vez haciéndose la santa", "la nueva no sabe en qué se mete", "deberían correr a ambas de la escuela", "Rose es una exhibicionista de mierda".

—No te preocupes, seguro cuando otra cosa pase olvidarán todo esto —dijo Lisa para tratar de consolar a Rose.

—Eso espero —contestó Chae sin ánimo de hablar. Llegaron juntas al salón y se sentaron como siempre, antes de que llegara el profesor hablaron un poco, o más bien, Lisa habló un poco y Rose se limitó a decir sí, no o tal vez.

—Entonces Rose, ¿confiarás en mí? —cuestionó Lisa en medio de la plática, juntó sus manos para pedirle a Chaeyoung decir que sí y ésta asintió.

Después de todo, confiar en alguien que estuvo con ella sin importarle lo que loa demás decían de ellas no resultaría mal, ¿cierto? Al menos no en ese momento.

Burned || chaelisa [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora