"¡violeta!" dio unos cuantos saltitos llamando la atención de algunas personas.
"gris"
"azul" chilló.
"gris"
"¿por qué gris? ¿acaso quieres lucir como un anciano?" bufó. "rosa... naranja... ¡de colores! ¡rosa y azul!"
"mejor nada" arrugó la nariz.
"tu quieres quedarte calvo, no yo... yo solo sugiero" dio un apretón a sus manos que se encontraban entrelazadas.
"dejaré mi color de cabello natural" infló sus mejillas "es tiempo de darle un respiro"
"mjm, si claro. seguro mañana te veré con un color verde ó rosa fosforescente" arqueó una ceja.
"trabajo en una oficina, no puedo llamar mucho la atención. cuando lo teñí de rojo, los primeros días me vieron extraño"
"¿quién te manda a teñirte con colores fosforescentes?" sonrió burlón.
"¡hola!" dijo con tono sarcástico mientras rodaba los ojos.
Minghao rió mientras depositaba un ligero beso sobre su mejilla. en seguida Soonyoung sintió avergonzarse por el gesto, le gustaba que fuera de esa manera. cariñoso y que demostrara su afecto. siempre, desde pequeño necesitó que sus seres queridos le demostraran su aprecio, por eso no le molestaba que fuera así. era todo lo contrario. le fascinaba.
"no lo siento, ese color te quedaba bien"
"¿tu crees?"
"sí... tan bien, como la luna hoy..." observó el cielo mientras daba ligeros apretones a sus manos. estaba emocionado. "debí traer mi cámara"
"¿viniste por impulso?" preguntó curioso. "no esperaba verte fuera del edificio esperándome"
"quería verte" justificó "esta semana no hemos salido, ni hablado mucho. tu estás ocupado en el trabajo y yo tengo que estar en el teatro"
Soonyoung asintió torpemente con una sonrisa en sus labios. era viernes por la noche, estaba cansado saliendo del edificio donde trabajaba cuando vio a Minghao jugando con su móvil sentado en una banca. sin mentir, se llenó de felicidad al verlo, porque siempre se las arreglaba para poder pasar un rato con él.
"perdón..."
"¿por qué dices eso?" frunció el ceño. "sé que trabajas y estás ocupado por tu futuro, tranquilo. yo solo me dedicó a estudiar y hacer mis prácticas, así que déjame ser quien venga a ti ¿sí?"
"gracias..." sintió su pecho arder por las palabras de Minghao.
"no tienes nada que agradecer" con su mano libre dio un apretón a una de sus mejillas. "¿sabes? tus mejillas están heladas, jamás creí que fueras tan sensible al frío"
"y también soy sensible al calor" confesó. "me siento en el infierno en verano..."
"aprenderé a lidiar con eso, no importa" respondió animado.
"no es que tengas que lidiar, solo te decía. soy un desastre bastante complicado"
"no eres un desastre" hizo un puchero "deja de decir cosas negativas"
"mmm, de acuerdo" respondió no muy convencido. revisó su reloj de mano el cual marcaba las 12:35 a.m, le preocupó el hecho de que Minghao estuviera con él, como si nada. decidió preguntar para calmar su inquietud "¿tus padres no se molestan si llegas tarde?"