My Sunshine {EndeHawks} [BNHA]

I love you

La temperatura del ambiente iniciaba a disminuir mientras los árboles lentamente dejaban caer sus hojas a sus alrededores, creando diferentes alfombras naturales de varias tonalidades. El otoño se acercaba.

No podía negar que este último periodo fue complicado, había reducido su horario laboral para pasar más tiempo en casa pero parecía que el universo estaba en su contra; los ataques de villanos habían aumentado en las últimas semanas y siendo todavía el número uno no podía ignorar todo aquello, por lo que todos sus planes se arruinaron aumentando sus estrés a niveles inimaginables.

Dejó el carro en el garaje para adentrarse a su hogar, una casa alejada del centro que había comprado hace dos años para convivir con aquel rubio que le hacía perder la cabeza en muchos sentidos.

Lo primero que recibió al entrar fue un silencio tumbal, además de un aroma agradable de menta de bosque; no se preocupó demasiado por el silencio y se adentró al salón principal mientras escuchaba pasos pesados bajando las escaleras lentamente.

Al entrar al salón también sintió otro aroma, uno no tan desconocido, que señalaba la presencia de otra persona; en efecto en un sillón se encontraba una pelinegra leyendo un libro, los dos sólo se observaban sin dirigirse un palabra y por las miradas no sentían tanta felicidad por encontrarse hasta que una voz interrumpió ese ambiente.

-Por fin estás aquí- un rubio se abalanzó contra el cuerpo del pelirrojo -te extrañe.

Hawks buscaba de apegarse lo más posible al cuerpo de su pareja tratando de no lastimar su gran barriga, el aroma tan embriagador de su alfa era lo único que calmaba sus nervios y lo necesitaba todo el día.

Enji sintió la necesidad del contrario por lo que pasó sus musculosos brazos por la espalda del alado con una delicadeza tan extraña de él; por otra parte la chica después de acomodar sus pertenencias, recogió la ropa que se encontraba en el suelo que el alado las había traído consigo y las dispuso en el sofá, había sido parte de un improvisado nido.

-Me voy, todo lo que necesita ya está preparado en el horno- dijo para salir de ahí no sin antes haber saludado con un corto abrazo al rubio -cuídate niño y por cualquier problema llámame- susurró a su oído.

El mayor no le saludó, no porque le caía mal o algo parecido, sólo que ella era un alfa dominante y se parecían en varios aspectos, por lo que claramente no tenían simpatía el uno por el otro; pero en el fondo agradecería eternamente su ayuda y apoyo en esos años de su relación, muchas cosas hubieran salido mal sin ella como apoyo.

Pasaron otros segundos en el los cuáles cada uno se aferraba al otro, sintiendo el calor y amor del contrario.

Fue Enji que rompió el contacto por primero seguido por los berrinches de su compañero aunque si ya sabía lo que haría después; y en efecto en pocos segundos el mayor se quitó la camisa y se la extendió para que el rubio pudiera estar más tranquilo.

Una cosa que Hawks amaba de Enji (habían demasiadas) era la diferencia de cuerpos entre ellos, no solo lo sobrepasaba de mucho en edad y de altura que él, incluso su cuerpo poseía muchos más músculos marcados por tantos años de entrenamiento y dedicación para volverse el número uno, lo cual no le fastidiaba para nada.

Esto se demostraba en la diferencia de tallas de ropa entre ellos, Endeavor le superaba por casi tres tallas y era algo que al menor le encantaba, así podía usar la ropa del más alto para sentir su aroma, podía usar sus camisas y polos sin tener que crear huecos para sus alas como toda su vestimenta porque ellas cabía bien en su espalda y, aún así, continuaban a ser anchas las ropas de su novio.

Mientras Enji se vestía con aquello que poco antes se encontraba en el piso, el rubio pasaba la mirada sin pudor en aquel cuerpo, que para él era simplemente grandioso; cada gesto que él hacía, movimiento o expresión, no pasaba desapercibida por Hawks.