𝗖𝗢𝗡𝗦𝖤𝖩𝖮 ; CHANLIX

𝗧𝗥𝗢𝖨𝖲

Felix sonrió al sentir las caricias constantes del mayor en su rostro, pero no quería abrir los ojos, estaba tan cómodo de esa manera que siquiera hizo un intento en moverse. Chan sonrió.

— Lixie ya es muy tarde, debes cenar algo —Chan sabía que el día de Felix no era nada tranquilo y que no comía bien muchas veces, lo que provocaba que a veces los dolores de cabeza del menor aumentaran o sintiera mucha fatiga. Y él lo sabía, había estado todas esas veces con el menor intentando que se sintiera mejor y que él solo quisiera dejar todo y estar tranquilo, al menos, una vez. Pero Chan no estaba dispuesto a ver el sueño de Felix arruinarse por el mal control que podía llegar a tener su manager, o empresa, al darle más trabajo del que una persona pudiese hacer en un día.

— No tengo hambre —Murmuró, tomando un poco de aire y moviendo un poco su mejilla en el hombro del mayor. Últimamente no sentía hambre, y muchas veces siquiera comía, pero estaba seguro de que si se lo decía al mayor eso sería un problema más grande porque lo conocía lo suficiente como para saber que iría a reclamarle la falta de atención a su manager o incluso ir a quejarse a su empresa.

— Lixie, no pregunté si querías cenar o si tenías hambre, dije que debes cenar —Hizo énfasis y se movió lo suficiente como para que el menor dejará de estar apoyado en su hombro y el agarre en su brazo se deshiciera un poco.

— Channie sólo quiero dormir un poco más —Abrió sus ojos lentamente y miró al mayor, el cual ya se había parado de su lugar y esperaba que el menor hiciera lo mismo.

— Luego dormirás todo lo que quieras, ahora vamos a cenar —Felix sonrió y asintió, le gusto como sonó eso, "vamos" se había oído realmente bien. Se levantó de su lugar y siguió a Chan a la cocina, donde ambos estuvieron buscando un par de cosas para preparar la cena.

Ambos cocinaron juntos y cenaron, hace meses que no podían hacer esto juntos ya sea por la agenda de Felix o por el trabajo de Chan, usualmente Chan no tenía mucho tiempo para tomarse un respiro a la hora de tomar fotografías para revistas realmente importantes por las cuales a veces trabajaba toda la noche con los modelos o debía editar las fotografías con todas las cosas que les decían. Inclusive a veces no podía hacer todo el trabajo que le pedían algunas revistas por lo cual tenía la necesidad de llamar a WooJin; un amigo que había hecho a lo largo de los años, el cual siempre estaba ahí para él y viceversa. Pero no se quejaba de eso, su sueño era tomar fotografías y lo consiguió, llegando más lejos de lo que alguna vez había soñado.

Pero ahora no solo era él y su trabajo, ahora eran el, Felix, su trabajo e intentar que nadie los descubriera. Y lo último sí que se les hacía difícil, sobre todo cuando salían rumores de "relaciones" que podía llegar a tener Felix con otros modelos, cantantes o deportistas.

Felix no comprendía como es que Chan estuviese con él, habían millones de personas interesadas en Chan y el solo se había fijado en él, en el chico que cuando se conocieron siquiera tenía un buen coreano, el chico que había sido criticado muchas veces por el simple hecho de no ser "tan bueno" o "hermoso" como los demás modelos. Felix simplemente era... Felix, no era tan lindo como sus demás compañeros de empresa, tampoco el más alto, ni tampoco el que mejor hablaba coreano, tampoco el más tierno, ni el más joven. Simplemente era alguien que había tenido suerte y por esa suerte había llegado donde estaba.