endommagé

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Llevaba dando vueltas 2 horas. 120 malditos minutos sin saber de su hijo. 7200 segundos en los que sólo había imaginado las mil maneras de hacer pagar a su omega por haberse atrevido a aquello. Estaba frustrado. Herido.

-Lo encontrarán.- Namjoon desde el escritorio intentaba calmar a su amigo. Era su trabajo. Como mejor amigo debía decir las mentiras típicas en este caso. Mierda que era mentira. Taemin lo había planeado bien. Desde la distracción hasta el desfalco en la compañía. Era malditamente inteligente.

- Hoseok es el mejor. Lo hará.- insistía. El hielo del vaso en su mano era su única distracción. No podía dejar a Jungkook sólo con lo impulsivo que era. Podría sobornar al maldito coronel para cerrar la ciudad o torturar a su suegra con unas tenazas. Lo cual sería un desperdicio. TaeYeon ni siquiera conoce realmente a su propio hijo. Seguramente Taemin está esperando eso, su madre siempre había sido una carga para el omega de su amigo. Siempre había sido claro.

- Lo mataré con mis propias manos, lo juro. Lo aplastere a él y a toda su familia. - Namjoon trago grueso. Enojar a Jungkook nunca había sido buena idea. Pero meterse con su cachorro era otro nivel. Ni siquiera podía describir el color de los ojos de su amigo.


Borgoña? Vino? Maldita sea. Estaba seguro que era alguno de esos. O al menos proximo. Dudaba que el color estuviera patentado. Quizá el debería hacerlo. Vender camisas color 'Mataré a mi omega por huir con mi cachorro'. Aunque el nombre no fuera muy comercial estaba seguro que algunos alfas lo comprarían.

Un toque en la puerta interrumpió su plan de negocios.


La puerta se abrió y el famoso Hoseok por fin dio la cara.


Llevaba 7 horas con su amigo en aquella maldita oficina con el mismo maldito vaso en la mano ahora sólo con agua del hielo traidor.


El silencio de Hoseok había calentado el ambiente. Maldito Taemin. Tenía que hacerlo pasar por eso? No podía solo haberse largado y ya. Debía irse también con el cachorro. Porque vamos, Taemin jamás afloro su amor paternal, el pequeñín sólo había sido parte del trato. Ni siquiera recordaba haberlo visto con el enano en brazos. Jamás. Y el mocoso tiene casi 2 años, o algo así.

-Hayamos el cadáver de omega.- soltó Hoseok.


Que ningún policía tenía tacto? Taemin era un maldito. Cocinaba horrible y había engañado a su amigo con todos los socios de Fredda. Pero No merecía morir.

-Mi hijo está bien? Quiero verlo- y Jungkook se dirigía a la puerta cuando el poli lanzó su segundo golpe.

- No hemos hallado al niño Sr. Jeon.-


Namjoon que apenas se había levantado se dejó caer en la silla, le pondría nombre a la silla. Pensó. Quizá Kaan. Era bonito y combinaba perfecto con el nombre del dueño de la oficina.

-Que demonios hace aquí sino a hallado a mi hijo aún??- Jungkook encendió las luces de emergencia en Namjoon. En tres segundos este hacía de árbitro en una pelea que no acabaría bien. Hoseok tenía una maldita pistola!

-Sr. Jeon le ruego que se controle. Sólo complicará las cosas- Hoseok estaba malditamente calmado a pesar de que Jungkook podría arrancarle la garganta y manchar la hermosa alfombra con litros de su sangre. - Le prometí mantenerlo al tanto y es lo que estoy haciendo, ahora me retirarse a coordinar otro grupo de búsqueda con el nuevo personal que conseguí - la forma en la que l acomoda el cuello de su saco es increible. Sino supiera que su sueldo es de seis cifras creería que es malditamente rico.

Jungkook ya no lo escuchaba, no lo miraba. Había regresado a sus vueltas. Y otra vez se encontraban solos.


Namjoon deshecho el líquido de su vaso olvidado y volvió a darle vida. Hielo y Jack, no traerán a su sobrino de vuelta pero harían soportable las horas de Rapunnzel que les quedaban.

-Gracias- susurro su amigo al recibir su vaso con triple ración de alcohol.

- Lo encontrarán- volvió a decir. Que más se podía hacer en esos casos. El ruido de Jungkook dando vueltas lo estaba desquiciando y ni modo que se pusieran a hablar del negocio en Kyoto.


La puerta de la oficina se abrió sin aviso y los sorprendió.


Era Kim Won Hae . El dueño de aquella oficina lujosa en el Lotte Word en donde se encontraba desde hacía 10 horas.

-Dime que sabes algo o al menos me dejarás salir de esta maldita oficina- Jungkook no tenía ningún respeto por el viejo alfa.


Namjoon sólo era un espectador de la situación. Era una telenovela a las tres de la madrugada.

- No saldrás de aquí hasta que sea seguro- el viejo Kim sólo esquivó al joven alfa y ocupó su lugar detrás de escritorio de madera importada quien sabe de donde.

- He contratado más personal para la búsqueda. Mis contactos en el Ministerio me aseguran que Taemin no saco al niño de Corea. Sólo es cuestión de tiempo para que lo encontremos. - esas habían sido buenas noticias, aunque la expresión de los alfas frente a Namjoon no parecía concordar. - No me preguntarás por Taemin?- y eso hizo clik.

Won Hae era un viejo lobo, de la escuela antigua. Los de los "lazos son para siempre" y esa basura. Era uno de los temas de fricción entre el y su amigo. Jungkook no titubeaba a la hora de dar su humilde opinión. No importa a quienes ofendo. A menos claro que quiera algo de ti. Sociópata. Creo que así definiría a su amigo.

- No estoy de humor para teatro, me quedaré para no matar a nadie y es lo único que haré por la Corporación. En cuanto encuentre a mi hijo todo volverá a la maldita normalidad y Wang sacará su trasero de mi puesto -

-Necesitas el apoyo de los Im para destituir a Jackson y no lo conseguirás si no muestras humildad. Sabes que es lo que necesitas para dirigir el Corporativo.

Jungkook calculaba sus posibilidades, tendría que llorar la muerte ser su omega y actuar cual marido herido frente al Consejo. Series fácil. Pero lo odiaba. Quería que todos supieran que le importaba una mierda la muerte de Taemin. Que le importaba mucho menos que se haya escapado con uno de sus socios. Quería dejar de fingir para ellos. Para los ancianos que habían manipulado su vida desde siempre.

-Hare lo que quieres, sólo déjame... - la atención de todos se desvió a la puerta. Un agente sin importancia como para haber escuchado su nombre al principio de la investigación entro agitado y aparentemente había subido por las escaleras porque dudaba que toda esa transpiración fuera por apretar el botón del ascensor.

-Encontramos al niño- soltó con las manos en su rodilla. Había corrido un maratón y sus pulmones habían dejado sus puestos. - está en la comisaria. El Capitán Hoseok quiere que lo vea usted mismo. - terminó al fin y parecía estar muy orgulloso de su pequeña obra.


Jungkook salió disparado y Namjoon sólo lo siguió. Le dio unas palmadas al agente y le entregó su vaso vacío, el podría darle un uso a los cubos de hielo si tenía paciencia







Lazos | KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora