La vida cambia, Carolina

Capítulo 1

Capítulo 1

  Nunca nos hemos parado a pensar lo rápido que pueden cambiar las vidas de las personas. Carolina tampoco se había parado a pensar en ello hasta que llegó aquel momento.

Un día de finales de Enero.

Hacía poco que había empezado el segundo trimestre y ella tenía muchas ganas de volver a la rutina, desconectar de algunos temas y concentrarse en los estudios. Hacía muy poco que se había enfadado con su mejor amiga, una de las pocas que han estado siempre a su lado, porque habían tenido varios problemas. Carolina no había tenido mucho tiempo para pensar en lo ocurrido, pero era el suficiente. Lo que Carolina no sabía era que su vida iba a cambiar mucho a partir de ese momento, que todo lo que había vivido antes iba a formar parte del pasado y que se iba a marcar un antes y un después en su vida y en las de los que la rodean, que no va a dejar indiferente a nadie. 

Dos semanas antes aproximadamente.

Carolina está pasando un duro curso, desde que empezaron las clases en Septiembre,  todo ha ido cambiando un poco. Sus amigas de siempre se han vuelto autenticas desconocidas, desde que el día de Halloween, ellas fueron a una fiesta y Carolina no pudo ir porque estaba castigada. Muchas veces faltaba a fiestas y a quedadas porque sus padres la castigaban. Su vida estaba marcada por horas estudiando y castigos, que normalmente estaban causados por formas de pensar distintas a las de sus padres. No se sabe lo que pasó en aquella fiesta, pero desde aquel momento, sin motivo alguno, su relación fue empeorando poco a poco, la distancia que se estaba imponiendo entre ellas era cada vez mayor, y ya casi no se hablaban ni quedaban juntas. Para Carolina esto fue un golpe muy bajo, pensaba que todo había acabado para siempre y que ya nunca más sería tan feliz como antes. Hasta el momento, sus amigas eran las personas más importantes de su vida.

El tiempo fue transcurriendo poco a poco y Carolina fue olvidando poco a poco lo ocurrido. Tenía el apoyo de sus dos mejores amigas, Sandra, una chica morena y alegre, que siempre estaba dispuesta a escuchar cuando Carolina lo necesitaba, y Eva, una chica rubia y divertida, con un gran sentido del humor, a la que conocía desde que era muy pequeña y con la que había vivido muchos de los mejores momentos de vida.

De vez en cuando quedaban y salían a dar una vuelta al parque, al centro o simplemente se paraban a mirar los escaparates, y aunque eran pocas veces las que lo hacían, le servía para sacar de la cabeza los malos recuerdos, pero otras veces también tenía momentos de bajona, en los que no tenía ganas de nada, y aunque siempre intentaba parecer fuerte, existían momentos en los que acababa derrumbada por las lágrimas de las que su almohada era consoladora.

Un día de esos, en los que Carolina fue al instituto como cualquier otro día normal, una de las chicas a la que ella consideraba una buena amiga antes de la separación se le acercó. La expresión de su cara era alegre, tenía una bonita sonrisa dibujada en la boca y sus ojos brillaban, se notaba desde muy lejos que era feliz, muy feliz. No tenía motivos para no estarlo. Ella nunca había vivido ninguna situación parecida a la de Carolina. Ella siempre había tenido a sus amigas a su lado.

- Hola Carolina.

- Ho... hola Daniela – dijo ella tímidamente sin esperarse el saludo de aquella chica con la que apenas había hablado desde hacía mucho tiempo.

- ¿Qué tal? – soltó Daniela divertida. Parecía que tenían mucha confianza, con antes.

- Bien, ¿y tú?

Carolina estaba atónita. Daniela estaba hablando con ella como siempre. Antes de que aquello pasase, Daniela y Carolina eran casi como hermanas, no había nada que las separase. Se contaban todo, no había secretos entre ellas.