La importancia de las cosas

321 48 6
                                    

2017, sin editar.

────── ✧ ──────

—¿No estás cansado de pelear, Shinya? —preguntaste, manteniendo un tono de voz neutral.

Habías interrumpido, sin previo aviso, una nueva y muy absurda discusión entre ambos.

—Sí, estoy cansado —contesté.

En ese momento, creí que podríamos solucionar todo. La insulsa esperanza encendió mi alma, hizo latir a mil por hora mi frágil corazón.

Suspiraste y, como si fuera arte de magia, mi cuerpo entero se estremeció. Simultáneamente, la inquietante sensación del mal presagio sacudió mi estómago.

—Esto no es lo mismo de antes. ¿Lo sabes, no?

Asentí. Ya no podíamos seguir negándolo, ya no podía seguir negándolo. No importaba cuánto doliera asumirlo, debíamos aceptarlo;

Esto no se sentía igual.

—Sí, lo sé —respondí. Pero no me limité sólo a eso, porque en mi cabeza había una creciente duda, la cual plasmé sin pensar más:— ¿Sigues sintiendo lo mismo por mí?

Tal pregunta a muchos les parecerá cliché, no obstante, yo creo que no lo es; A pesar de que es un cuestionamiento un tanto repetitivo, estoy seguro de que nadie se siente igual al formularlo.

Quizás alguien lo preguntó por curiosidad, otro por inseguridad, incluso puede ser que por impulso... En mi caso, sólo con la idea de confirmar.

—Ya no. —Moviste la cabeza, en sinónimo de negación—. No siento lo mismo por ti.

Me sentí repentinamente abrumado. Eso era todo lo contrario a lo que yo estaba esperando.

No supe qué hacer. Entré en un estado de shock momentáneo, para luego entrar en la ligera desesperación; la cual no se vio reflejada en mis facciones porque intenté mantenerme tranquilo.

Soltando todo el aire que no supe cuándo acumulé en mis pulmones, decidí preguntar de forma cautelosa:

—¿Me quieres?

Era una pregunta tonta. De esas que se supone deberían ser redundantes, burdas; más en una relación aparentemente estable y duradera como la nuestra.

—Sí, pero... Sólo un poco.

Tu respuesta fue casi inmediata, como si realmente no lo hubieses deliberado en tu mente. Lo sabías desde hace tiempo.

Pero, en vez de responder a mis incógnitas mentales, sólo hiciste que comenzara a ahogarme en unas nuevas.

¿Cómo se quiere a alguien «sólo un poco»? No tenía idea, Guren. Porque yo te estaba amando con todas mis fuerzas.

No lo comprendía, estaba muy confundido en ese entonces y actué como un verdadero imbécil. Hice lo que no debí hacer: me resigné.

—Creo que lo siento así también —mentí vilmente, como nunca jamás en la vida pensé que podría llegar a mentir; menos a ti.

No te culpo, pero hasta hoy en día me pregunto: ¿Cómo no fuiste capaz de detectar mi gran mentira?

A veces creo que en realidad sí lo sabías; que yo en realidad te estaba amando en ese preciso instante. Pero que también decidiste resignarte a terminar.

—Creo que entonces no debemos seguir con esto —sentenciaste.

Y así sucedió.

Mantuvimos una fachada de «todo está bien», que nos duró una muy corta semana, la cual pasó rápido cuán destello de relámpago en el cielo.

Eclipse ✧ gureshin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora