Capítulo 1

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En algún lugar del cielo hace miles de años...

Castiel revoloteaba entre las nubes, agotado de todas las tareas que le habían sido puestas desde que Él comenzó la obra maestra; apenas llegó ya tenía un trabajo lo cual se le hacía un tanto...raro. Pero no importaba, su trabajo era servir al cielo y proteger la creación, no más.

El cielo era un desastre que él tenía que ayudar a limpiar; la pelea contra Lucifer antes de que Él lo mandara a una jaula hecha especial para él había dejado grandes estragos, sus hermanos estaban heridos y tenía que ayudar a sanarlos, la luz de muchos se apagaba, las nubes no parecían el mismo lugar brillante y cálido al que estaba acostumbrado desde hace poco. No es que se haya disfrutado mucho últimamente, la guerra no le había dado ni un momento de apreciar la creación que Él les otorgaba, ni siquiera había apreciado a detalle a aquellos seres de los cuales su hermano tanto renegaba, ¿qué los hacía tan especiales? Él dijo que tenían que amarlos y así lo hace...aún sin conocerlos.

Castiel se inclinó sobre uno de sus hermanos y ayudó a sanarlo. Su guarnición había salido casi impune, la que menos heridos tenía, pero eso no evitaba que quisiera ayudar a los demás a sanar a sus soldados.

Castiel había sido el último ángel en llegar y el más joven en dirigir su propia guarnición contra Lucifer...

—Castiel.

De entre el tumulto de todas las voces que sonaban a su alrededor distinguió la de uno de sus hermanos mayores. Se incorporó y volteó en dirección del sonido; la luz dorada y cálida de Gabriel le llamaba mientras intentaba mantener la altura de todos ahí. Su hermano era un arcángel por lo tanto era realmente gigante, o al menos esa era la palabra que podría describirlo a grandes rasgos, hacía que cualquiera se sintiera insignificante a su lado por tan hermoso ser. Por lo tanto Gabriel prefería reducir su altura hasta ser del tamaño del ángel promedio.

—Estoy un poco ocupado, Gabriel—habló Castiel mientras veía a su hermano acercarse—Lo que sea puede esperar. En cuanto termine aquí yo...

—Él quiere que vengas conmigo.

Aquello enmudeció al joven ángel y miró a su hermano. Cuando Él decía algo tenía que hacerse, no había opción, o eso es lo que le contaban todos. Nadie lo había visto, sólo unos pocos y esos eran los arcángeles.

Había tres jerarquías en el cielo, eso le explicaron a Castiel en cuanto llegó a él; Pertenecía a la Jerarquía inferior como un ángel, sólo que éste era uno guerrero, soldado. Pertenecía a la misma que Gabriel y Michael sólo que ellos tenían otro rango; el lugar de todos sus hermanos mayores no era otro más que recibir órdenes de Él directamente, eran sus más allegados y cumplían misiones especiales...por lo tanto, que Él mandara directamente a Gabriel para que fuera era algo...extraño, ¿qué había de especial en el asunto?

Castiel revoloteó junto con Gabriel por todo el cielo hasta que su hermano se detuvo en la zona menos transitada, casi al borde de su hogar y se cuestionó el por qué de tanto distanciamiento, ¿qué tenía que decirle que no podían escuchar los otros? No es como si estuvieran al pendiente, todos se concentraban en los heridos, pero era el cielo y ellos eran ángeles ¿qué tenían que ocultar?

—Sé que es un poco raro, pero Él me pidió que te mostrara—ambos se recostaron al borde de las nubes y Gabriel abrió un espacio—Quiere que veas su creación.

Castiel miró hacia donde señalaba su hermano y se quedó sin habla.

Aquello estaba llenó de colores, demasiados colores, más de los que él había visto en toda su existencia, ¿qué era ese color que tenía forma de nubes? ¿Y qué era aquel que corría con lo que caía del cielo cuando su Él estaba enojado? ¿Qué eran aquellas formas? Todo parecía una explosión de sensaciones que hacían vibrar su forma de una manera incontrolable, su brillo aumentaba con sólo ver pequeñas cosas que iban de un lado a otro, ¿qué eran ellos? ¿Eran los dueños del amor de Él? ¿Los que estaba obligado a amar? Cuando pelearon contra Lucifer nunca vio algo así, todo parecía palpitar y llamarlo. ¡Aquello era hermoso! ¿Qué era? ¿Podría ir a verlo más de cerca? Sólo por curiosidad, para ver si se sentía como sus hermanos.

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