Bennu

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Ya la mañana había comenzado bastante agitada, los de la mudanza de la nueva oficina rompieron el enorme macetón de la entrada del edificio desparramando toda la tierra en el piso, sin contar el dispensador de agua que cayó junto al macetón provocando la formación de una enorme capa de barro. Sandra por su lado llama urgentemente al personal de limpieza el cual demora en venir, los de la mudanza a pesar del desastre que ocasionaron siguen con su trabajo desparramando más la mugre por el lugar. Julián el cadete entra apurado hacia el edificio con una pila de papeles, los que volaron por el aire al resbalar con el barro que se había formado, Sandra desesperada cruza el mostrador y ayuda a su compañero a levantar todos los papeles que quedaron desparramados y de pronto se escucha un gran grito de furia.

- ¡QUÉ ES ESTO, QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ!

- Disculpe señor Esteban, los de la mudanza que están armando la nueva oficina de la Regional Manager Partner rompieron todo... se disculpa Sandra ante el hombre que estaba gritando

- Pfff esa bruja ya la trasladaron con nosotros... rezonga él - ¡Y qué esperas para llamar a mantenimiento! Y tú Julián... ¡levántate de una vez! Preciso que vengas YA mismo a mi oficina que tengo documentos urgentes para darte, continuaba diciendo aquél hombre de mal humor y tratando de esquivar la mugre de puntitas de pie, se retira del lugar.

- Linda manera de arrancar un lunes... se queja Sandra – ¡no sé qué bicho le picó a este hombre para venir a gritarme así! Inmediatamente levanta la mirada y es ahí cuando ve a un joven de unos veinte años al igual que ella, de pelo castaño y muy corto, una ligera barba de unos días sin afeitar, complexión atlética y mirada muy sexy de ojos verdes.

- Hola, soy Bennu Bastida... el secretario de la Señora Doménech la Regional Manager Partner de la empresa...

- Ah... sí!! Soy Sandra Migues, la que tiene que resolver todo este lío hoy... digo... ¡la recepcionista! Recursos humanos está en el cuarto piso, ellos sabrán orientarte... y se levanta rápidamente acomodando su falda y camisa devolviéndose al mostrador y también acomoda su larga y ondulada cabellera pelirroja. El joven le sonríe levemente y se dirige hacia el ascensor tratando de evitar el barro para no ensuciarse y evitar caer de un resbalón.

A pesar del desorden en la recepción del edificio, Sandra había quedado cautivada ante la imagen de aquel chico con un nombre muy particular, de ave mitológica, le generaba curiosidad el por qué ese chico se llamaba así. El personal de limpieza finalmente llegó hasta allí e inmediatamente pusieron las cosas en orden, el caos de la recepción había desaparecido como si nada hubiera ocurrido.

Sandra seguía pensando en la cara de ese chico, su belleza era muy particular, sus rasgos eran muy delicados pero a la vez bastante varoniles, su estatura se asemejaba a la de ella, y a pesar de tener un cuerpo muy fibroso, su complexión no era demasiado grande, no lograba superar la de ella, es como si este chico fuera un ciclista o un corredor de maratones.

En eso ve pasar a una mujer alta, muy elegantemente vestida, y con un rostro muy maquillado y de rasgos muy duros, llevaba su cabellera rubia completamente recogida. La misma no se anunció ni nada, ni siquiera la miro, simplemente se dirigió al ascensor, pero dejó el aroma de su perfume caro impregnado en el ambiente. La presencia de esa mujer la trajo nuevamente a tierra a Sandra quien se encontraba en una nube de distracción pensando en Bennu, el chico nuevo de la empresa.

La jornada de trabajo venía pasando de manera muy lenta, no entraban muchas llamadas y no habían visitas, proveedores ni nada que hiciera a Sandra hacer algo productivo, la sala de reuniones ya había quedado lista a primera hora de la mañana para que los directivos se juntaran con la recién llegada Regional Manager, la cual estaba ahí debido a que la empresa había decidido centralizar parte de su operativa regional en el país. Ella se encontraba jugando de manera muy entretenida con su celular, pues el tedio de la jornada la estaba matando, ni siquiera su compañero Julián, que la acompañaba en sus ratos muertos se encontraba en el edificio.

El Corazón de la Ciudad (Historias LGBT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora