Mi nombre es o era... ¿creo? Jeremy Robinson Aigner.
Había huido de casa, estaba cansado de la "perfecta" vida que tenía. Decidí dejar todo atrás... mi vida de lujos y comodidad, a mi quejumbrosa prometida, a mis padres... más bien todo.
Siempre había anhelado tener una vida normal, con padres normales. Pero no era así. Mientras emprendí mi aventura, escuche de Darkness. Enseguida vi que era la oportunidad perfecta para comenzar mi nueva vida desde cero.
O eso creí...
Aún resuena en mis oídos, la voz de ella...
Mis amigos... sangre... mucha sangre.
No quería caer, no quería rendirme. Pero no podía hacer nada, todo el silencio y la soledad me estaba agobiando.
-Esto debe ser un sueño...-lo repita una y otra vez mientras caminaba por la calle con las manos llenas de sangre, aferrándome a la poca cordura que aún me quedaba.
No quería ser arrastrado... no quería olvidar quien era o de donde venía. Pero era el precio que estaba pagando por resistirme a eso...
-Erick... Lina... mamá... papá... -comencé a susurra llevado por la locura.
¿Acaso voy a convertirme en uno de ellos? ¿O en ella? ¡No!. Debo luchar... debo vencerla... Aún recuerdo como si hubiera sido ayer cuando mi vida "normal", estaba yendo de maravilla...
Me encontraba en la escena del crimen recogiendo muestras; porque ese era mi trabajo. Un médico forense. El tipo que se encontraba tirado en el suelo, parecía que había dado rienda sueltas a sus emociones.
-Dime Robinson que es lo que has encontrado. –me dijo del detective Dante escupiéndome un poco de lo que tenía en su boca en mi rostro.
-Es muy extraño. –Me levante limpiándome el rostro. –El occiso al parecer se disparó así mismo, por la trayectoria de la bala en el lado derecho de su cráneo, murió inmediatamente ya que la bala le perforo casi la mayoría de las cienes, seguramente lo obligaron o lo hizo por su propia cuenta, aunque he tratado de encontrar algo que explique "el por qué" ya que al parecer por las muestras que acabo de tomar no creo que el mismo se haya disparado.
El detective Dante, dejo caer su rosquilla al suelo. Tenía una expresión de espanto en su rostro pero no duro mucho tiempo, porque de pronto volvió en sí.
-Lleva el cadáver a la morgue, después me informas que más has encontrado.-me dijo el detective Dante alejándose a grandes zancadas.
-Ok.-le dije, mientras miraba el cuerpo de aquel hombre desconocido.
Ese hombre era la víctima número 14 de esta semana. Al principio llegue a pensar que podría ser un asesino serial, que asesinaba a sus víctimas al azar, pero no era así. De alguna forma, las víctimas tenían una extraña conexión entre sí. Porque hasta hace tres meses, de las 30 personas que veníamos en ese tren a Darkness incluyéndome, ahora solo quedamos 16.
Revisaba cada noche en la base de datos de la comisaria, si antes había algún caso relacionado con las víctimas que había encontrado hasta ahora, después de tantas malas noches encontré algo, pero a la final mi búsqueda resulto un fracaso; de las víctimas que también habían sido encontradas en las mismas circunstancias, solo dos tenían antecedentes penales, uno por asesinato en tercer grado y el otro por haber asaltado una tienda con arma de fuego.
Realmente quería encontrar algo con que los vinculara, o el porqué de la noche a la mañana esas personas se quitarían la vida, si tener nada que ver con su propio suicidio en sí... era como si algo o alguien les obligaran. Pero si fuera así, ya lo hubiera descubierto con antelación. No había nada que se me escapara.