Capítulo 3: No fue un beso

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M a r i n e t t e

Me hice como sino estuviera y ví llegar a mi maestra de Práctica Mágica, nos dijo que nos presentaramos e hiciéramos parejas, yo quedé con una chica un poco más pequeñas que yo, su nombre es Mylène Haprèle, era muy alegre y amable, comenzaríamos con un poco de teoría acerca de las temperaturas que el agua podía alcanzar para congelarse o evaporarse, por parejas teníamos que tomar una cubeta con agua y cambiar sus estados de líquido a sólido, volverlo a conviertir a líquido y después evaporarla, por desgracia solamente podríamos hacerla evaporar, no podíamos desidratala ya que nosotras como el agua no alcanzabamos altas temperaturas (porque nos podríamos desidratar), solamente los signos fuego pueden desidratar el agua (por ellos también teníamos clases compartidas con ellos) estábamos cambiando el estado de la materia cuando sentí una mirada sobre mí, volvié con la intención de ver de quién era aquella mirada sobre mí y alcancé a ver al rubio ojiverde trás el cristal del salón, al notar que me había dado cuenta su símbolo comenzó a brillar un poco, él mío también asi que ambos nos cubrimos la muñeca izquierda con la mano derecha, lo cuál causó que me desconcentrara y en vez de congelar el agua la hiciera calentar, Mylène me miró extrañada y yo lo único que pide hacer fue pedirle una disculpa, ella me entendió y volvimos a empezar, espero que él haya tenido más suerte.

A d r i e n

La clase era tan aburrida que me asomé por la ventana y la ví, estaba practicando con sus poderes, ella tenía una mejor clase que yo en primer período, me le quedé viendo hasta hacer mí símbolo prender, lo cubrí pero mí brillo fue tal que todo el salón se dió cuenta, influyendo al profesor...

~Joven Agreste si le interesa tanto la señorita Dupain-Cheng puede ir, darle un beso y regresar para presentar el extraordinario.

~¿Q-Qué? N-No es lo que parece profesor~ mi sonrojo era tal que ni siquiera podía formular completas las palabras, todos me voltearon a ver y me hicieron burla.

~Pues al parecer usted no es la excepción de que la capitana de las porristas atrae a todos los chicos de la escuela~ dijo mirándome a los ojos el maestro~ sé qué es el mariscal de campo pero no por que todas estén a sus pies la joven Dupain-Cheng se fijará en usted, así que le pido que preste atención a mi clase.

Me quedé callado y solamente pude asentir con la cabeza, me designe a prestar atención, ahora los fuego y aire correrían el maldito rumor de que me gusta Marinette, es decir, no es que no me guste pero nadie lo podría saber, no dejaría que se enteraran, aunque sintiera algo por ella... Nunca podríamos estar juntos.

EN EL COMEDOR

M a r i n e t t e

Fue algo extraño, todas las chicas del colegio me volteaban a ver, Alya estaba a lado mío, ni ella ni yo sabíamos qué estaba pasando, los chicos susurraban y veían a Adrien, todo era muy raro, Alya sacó su teléfono y me volteó a ver con cara de confusión.

~¿Todo bien Alya? ~Fue lo único que le dije, tenía tanta confusión en ese momento, primer día y ya todos me trataban raro.

~Sí, pero no me dijiste que tenías algo con el mariscal de campo~ dijo Alya trás dedicarme una sonrisa pícara y alzar una ceja.

~¿Que yo qué?~ pregunté en voz baja, nadie sabía que yo conocía a Adrien excepto él y yo, ¡¿cómo era posible que dijera eso?!.

~Por eso todos se les quedan viendo, la página de la Universidad dice que le gustas a Adrien Agreste.

~¡¿Yo qué?!~ literalmente grite y me levanté de lo asiento, llamé tanto al atención que hasta el mismo Adrien me volteó a ver, no podía pasarme ésto y mi primer día, si era verdad y se enteraban de que a mí también sería nuestro primer y último día aquí, sin en cambio después de lo que hizo probablemente y solamente eran rumores, aún así tome nuevamente el asiento y continué susurrando.

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