Capitulo 4
El día en que la llame fue sábado, así que espere el domingo y ninguna llamada o mensaje de ella. Llego el lunes y sin señales de vida de Daniela. Martes y no me llega ningún mensaje de Daniela, me pongo a pensar que tal vez solo no quiere verme. Miércoles y parece que jamás llegara ese día en el que ella este libre. Llego el jueves y ese día no pareció mucho importarme si me llamaba o no, solo pensé en cosas que no fueran ella, lo que en realidad era muy difícil, ya que yo pensaba casi cada momento en ella.
Solo nos conocemos poco y ya espero con ansias alguna llamada o mensaje de ella, tal vez me estaré volviendo loco.
-O te está volviendo loco esa chica. –Una voz dice dentro de mí.
Es viernes por la mañana, así que al despertarme bajo al comedor donde mi mama me espera con el almuerzo, huevo con tocino y un jugo de naranja, me siento y mi madre dice.
-Buenos días, hasta que por fin despiertas.
-Buenos días mama.
-¿Alguna señal de vida de Daniela?
-No, ninguna llamada, ni algún mensaje, tal parece que solo se borro del mapa.
-Bueno solo dale tiempo.
-¿No es suficiente tiempo casi una semana?
-Es mujer solo entiéndela.
-¿Quien en estos días realmente entiende a las mujeres?
-Mejor empieza a comer.
Después de terminar de comer, decido pasar un rato con Christian. Lo llamo y me dice que este en centro comercial en una hora. Al llegar al centro comercial me encuentro con Christian, al verlo levanto la mano para que pueda verme, me ve y se acerca.
-Hola Ed.
-Hola Chris.
-¿Qué será lo que haremos el día de hoy?
-Estaba pensando en ir al cine, o no sé qué cosa podremos hacer.
-Primero, hay que irnos de este estúpido centro comercial, y juguemos futbol, tenemos que entrenar, la semana que viene es la final.
-Cierto la final, pero hoy no quiero jugar futbol.
De pronto un celular empieza a sonar.
-Tu celular Christian.
-No, es el tuyo.
-Creo que es muy rápido como para que mi mama me llame. –Reviso el celular y en el nombre del mensaje dice Daniela.
-¿Tienes libre este día? (: -Dice el mensaje de Daniela.
Casi una semana esperando ese mensaje, ese mensaje que pensé que jamás llegaría y que cuando estoy a punto de dejar de esperar su mensaje ¿Qué sucede? ¡Que me llega su mensaje!
Solo pienso en no contestarle, dejarla esperando así como ella me dejo a mí.
-¿Qué dice su mensaje? –Dice Christian.
