we promised a forever ; jjk + kth

O1O

WITHIN THE MIND OR REALITY

Una agradable y fría corriente se estrelló contra la tibia piel de su rostro haciendo que sus cabellos se desordenaran del lugar.

Mientras cruzaba con cuidado la calle que lo conduciría a su edificio de trabajo sintió la mano de Jimin cerrarse sobre la suya.

Se detuvo un instante en su caminar notando como el chico giraba lentamente su mirada, como si se hubiese dado cuenta de que acababa de hacer algo fuera de lugar.

No le pudo sostenerla la mirada a Taehyung mucho tiempo, simplemente la curva se elevó en sus labios como si con ello pudiese pedir perdón y soltó la mano del otro joven.

Pero antes de que siguieran avanzando Taehyung colocó la mano en su hombro e hizo algo que lo dejó perplejo.

Lo besó; lo besó por primera vez en un sitio público.

Sus labios buscaban un enlace perfecto con los tibios y suaves cerezos de Jimin.

Y ambos empezaron a mover sus bocas en perfecta sincronía, robándose el calor mutuamente, recordando el dulzor que ya conocían al intimar de esa manera.

Y el beso se prologó unos momentos. Sin importar que las personas caminando por ahí se detuviesen a mirar con sorpresa, con curiosidad y morbo, sin prestar atención a los murmullos que decían que eran dos de los psicólogos del edificio del frente; Taehyung lo besó como si fuese lo más natural del mundo.

Jimin sentía un cosquilleo recorrer su rostro, sus orejas estaban calientes al igual que el resto de su cara, y Taehyung se rio antes de avanzar con él y cruzar el vestíbulo del edificio.

Los saludos se alzaron en medio del silencio, acompañados de sonrisas y ademanes con el rostro; entonces cada uno se dirigió a su respectiva oficina.

Tras vacaciones de navidad y año nuevo su oficina de trabajo se sentía un poco más fría de lo habitual, además de que se había encerrado un ligero olor a humedad.

Había cuatro oficinas en el cuarto piso, igual que en el tercero y en el segundo, pero él era el único que estaba instalado en el último piso.

El suspiro que salió de sus labios resultó escandaloso, casi como un bufido.

Seguramente ahora mismo Jimin estaría tomando un café con Hoseok y charlado animadamente de sus respectivos casos, mientras que él, tenía que pasarla solo ahí arriba, solo con el rumor solitario de las corrientes de aire que susurraron una vez que les permitió entrar por su ventana.

Así se disiparía el olor a humedad y con la ayuda de un aromatizante eléctrico hasta se volvía agradable la atmósfera.

Su primer paciente ingresaba una hora después de que había estado ordenando su espacio de trabajo y realizando algunos papeleos: Lee Jihoon.

Lo cierto es que ya extrañaba hacer su trabajo: mirar con detenimiento cada gesto que hacía, la forma en que evocaba sus anécdotas, casi ilegibles, sin una pizca de emociones aparentemente, sin un índice de una pista que le llevase a descubrir porque el chico era un ser áspero, poco o nulamente sociable y sin intenciones de crear lazos emocionales con alguien fuera de su limitada zona de confort.

Taehyung amaba lo que hacía, y su tarea con Jihoon era descubrir qué era exactamente lo que había conducido a aquel chico a ser alguien tan asocial.

Pero no hablaba demasiado, en lugar de ello sacaba de entre sus cosas guardadas en la mochila que llevaba consigo, un viejo cuaderno, las hojas inclusive se veían amarillentas y desgastadas, como un viejo libro que había pasado por muchas manos.