Poemas dolorosos

1-Amor

He aquí la palabra más suspirada, odiada y sangrante de todas. Amor. Desde la juventud a la muerte.
Deseamos fervecentemente sentirla apenas abrimos nuestros pequeños ojos inocentes aún llenos de bondad con una pizca de egoísmo.

¿Pero porqué este sentimiento tan hermoso, amenaza con robarme cada suspiro que hago?
¿porqué este deseo tan primitivo, compartido con mis ancestros, de ser deseada por alguien más desea robarme las pocas noches de sueño que tengo?
¿porqué tanta tristeza al ver a mi amor plátonico en algún lugar lejos de mis raíces?

Y sé que, una de las gracias del amor es ser cuidada.
Ser cuidada en debajo de un techo, con comida y lo indispensable para vivir.
Ser "amada" fraternalmente.
¿Pero de qué me ayudaría eso, si mi mente no está satisfecha?
¿De qué ayudaría si la mente carcome mi conciencia a cada paso que doy en este sendero de dolor y flechas de odio personal ignorando cada ventaja que la vida me da en bandeja de plata?

A cada paso que doy en este sendero suicida, es más la sangre que recorre mi mente y más espadas y flechas son clavadas en mi espalda aún blanca y vírgen como la luna.
A cada paso que mi imaginación da en ese mundo de ensueño donde soy amada, más son las lágrimas que brotan de cada célula de mi cuerpo.

Tantas preguntas, y aún con estos siglos de humanidad inútil escrita en cada retazo de un planeta que no es nuestro, pero nos crió como suyo, no encuentro una respuesta.

Tendré que vagar silenciosamente oculta en una máscara sangrante que amenazará con romperse apenas la toquen para no ser reconocida entre los infames que buscan respuestas como yo.

¿Es qué acaso no cumplo con los requisitos sociales para ser sexual y mentalmente deseada?
¿O es qué estoy embadurnada con la miel de la soledad?
Espero que sea lo segundo.

¡Dios mío! ¡sálvame de este infierno viviente que amenaza con quebrar y quemar cada entraña de mi ser, hasta que la cordura no sea una palabra!

Amén.