Mis ojos arden apenas escucho la primera estrofa de las canciones. Mi corazón se aprieta por todas las cosas que podrían pasar y que posiblemente no pasarán.
Digo posiblemente, porque mi poca fe y esperanza insisten en formar un pequeño espacio en mi corazón de una fe ciega, para que luego insiste en convertirse en convertirse en una cicatriz que no parará de sangrar.
¿Qué será de mi?
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Poemas dolorosos
PoesíaHe aquí las crónicas rutinarias de mi sufrimiento mental. Sí algún poema te gustó, hazmelo saber.