Conteniendo el aliento♡ || One shot ~ WARIAM

Vigo.

Aeropuerto de Madrid-Barajas.
11 a.m.

Una nerviosa Miriam, apoyada sobre el pequeño ventanal del que disponen los aviones, mueve agitadamente su rodilla, evitando morder de más sus uñas.

Hacía más de 3 meses que habían sido anunciados dos conciertos de más a parte de la gira que todos compartían. Dos conciertos de los cuáles solo 5 serían partícipes. Luis Cepeda, Roi Méndez, Aitana Ocaña, Ana Guerra y Miriam Rodríguez, serían los afortunados de poder seguir con sus promociones en dos importantes ciudades, Andorra y Vigo.
El concierto en Andorra, ya realizado el pasado 6 de Agosto, había dejado con muy buen sabor de boca a aquellos 5 triunfitos que habían demostrado sus mejores dotes como cantantes sobre el escenario. Haciendo disfrutar de más de 90 minutos a miles de fans que se amontonaban cerca del escenario.

-- Por favor, ¿puedes dejar de mover la pierna así? Vas a conseguir hacerle un boquete al avión -decía una molesta Ana apoyando su mano en la rodilla de la gallega.

-- No puedo, Ana -contestó Miriam mirando a su compañera directamente a los ojos- Voy a cantar en mi tierra, en Vigo. Quiero que todo salga perfecto, joder.

-- Miriam, mírame -dijo Ana cogiendo con ambas manos la cara de su compañera de asiento- Todo va a salir bien, ¿vale? Te prometo que todo va a salir bien.

-- Estoy muy nerviosa. No lo puedo evitar -dijo esta vez la gallega con un hilo de voz- Quiero que todo sal...

-- Va a salir bien -volvió a interrumpir la canaria acercándose a Miriam- Mira, en Andorra lo pasamos genial, disfrutamos sobre el escenario, éramos nosotros, algo diferentes a la gira, pero nosotros. Hoy no va a ser ni más, ni menos. Vas a cantar en tu tierra y por eso mismo tienes que estar tranquila -sonrió- ¿Quién te va a encontrar un fallo a ti? Eres perfecta, eres la leona de Galícia, ¿has visto como pisas ese escenario? Muchos saben como eres, te conocen y si hoy tú o cualquiera de nosotros comete un error no vamos a ser juzgados por un puñado de nervios que nos ha jugado una mala pasada. -sonrió tiernamente acariciando las mejillas de Miriam con sus pulgares- Confía en mí, todo va a salir bien.

Las palabras de su compañera dieron de lleno en su pecho, haciendo que se relajara, que sus bronquios se dilataran dejando paso a una bocanada de aire fresco, lo que Ana había significado siempre para ella, ese aire fresco que necesitamos cuando el pecho se oprime.

Poco a poco sintió como sus piernas se relajaban, como una sensación de cosquilleo recorría su cuerpo, haciendo que sus brazos se destensaran. Como acto reflejo, Miriam se acercó más a Ana, cogiendo su mano y dejando un cálido beso en la palma de la canaria, frotándola suavemente contra su mejilla, sintiendo como la calidez de Ana la invadía por completo.
Volvió a dejar la mano sobre su mejilla y levantó su mirada, encontrándose con los marrones ojos que destacaban en el rostro de la canaria.

-- Ana... Yo quería darte las gracias por lo que pasó en Andorra -susurró una Miriam tranquila- Contigo en el escenario me siento como en casa y a veces me olvido que realmente estamos actuando. Sobre lo que pasó después en el hotel... -siguió después de tragar saliva aliviando su garganta- Lo pasé verd...

-- Shhh... -interrumpió Ana poniendo su dedo índice en los labios de Miriam- Vamos a dejarlo aquí, ¿vale? Creo que nos dejamos llevar por el momento. Por la excitación del concierto.

Ana separó sus manos de la cara de Miriam y se acomodó en el asiento, abrochándose el cinturón tal y como indicaba la señal luminosa del panel que permanecía en el techo del avión.

-- Yo también lo paso genial contigo en el escenario, Miriam. -volvió a mencionar Ana- Pero ahora mismo estamos en una situación que...

-- ¿Te arrepientes de lo que pasó? -interrumpió esta vez Miriam sin apartar la mirada de Ana.