8- "Igual que todos"

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— ¿qué me hizo convertirme en esto?— se preguntó a sí mismo el oji-verde.

Es una larga historia, y por mas cursi que sonará, recordar todo lo que vivió solo hacía más grandes las heridas de su corazón, pero él estaba tan destrozado que ya ni siquiera podía sentir las rasgaduras más grandes.

En un mundo de ambición los demás no importaban. Todo gira alrededor del dinero. El dinero cuesta más que una vida.

No se lo permitiría. Nunca iba a sentir nada por ella, solo se trata de trabajo y aprovechamiento. Qué horrible persona que era ahora, pero ya no hay vuelta a atrás.

✴✴✴

Pasó toda una semana, ninguno de los dos cruzaban palabras. Marinette una que otra vez volteaba a verlo y mirarlo como si estuviera esperando que este le dijera un "lo siento".

A diferencia de la azabache, Adrien ni se fijaba, realmente no le importaba, siempre pensó que todo era mejor antes de que ella apareciera.

Finalmente, la oji-azul se tragó su orgullo y le preguntó lo que tanto quería saber en ese momento.

— ¿por qué no te has disculpado conmigo?— preguntó sin mirarlo a la cara y cruzada de brazos, fingiendo estar enojada.

— ¿por qué debería pedir perdón por algo de lo que no siento ni la más mínima culpabilidad?— a veces las palabras del rubio podían ser muy crueles, pero al menos era algo honesto.

Ahora si estaba enojada de verdad la muchacha.

— ¡¿no sientes culpabilidad?! ¡¿Eres humano siquiera?!— exclamó enfadada.

— no, no siento nada y no creo que lo sienta— costestó.

— Adrien— lo llamó su jefe y le tocó el hombro.

— jefe— murmuró el oji-verde.

— necesito que hagas una entrega en la frontera— avisó. Si, "avisó", todo lo que dijera el jefe era una ordén.
Adrien sonrió maléficamente hacía su adentros.

— ¡¿qué?! ¡No haré nada de eso! ¡Ya es suficiente con inducir a esos adolescentes!— exclamó negándose rotundamente la chica.

— jefe, en cuanto ordene que la matemos lo haré con gusto— comentó en un susurro hacía el hombre, no era muy viejo pero tampoco muy joven. El hombre rió un poco ante el comentario del chico.

— cuándo sea necesario te lo pediré— dijo también en un susurro hacía el ex-modelo.

— ¿cuántos kilos son?— preguntó Adrien con interés.

— 40 kilos— contestó. Era demasiado— es un cliente importante, no me pueden fallar, ¿entendido?— dijo con total seriedad. El oji-verde no tuvó ni que responderle, en su mirada se reflejaba su cumplimiento y responsabilidad respecto a ello.

✴✴✴

El rubio y la azabache alistaron una mochila con todo lo necesario.

Todos estaban presentes, ambos se subieron a una camioneta. Cuando la gran camioneta comenzó a andar, todos los que estaban presentes sonrieron, tenían confianza en que ellos no fallarían, al menos Adrien.

En el auto, ninguno intercambió palabras, a decir verdad, no les importaba.

De repente comenzó a sonar el teléfono del chico, este contestó.

— hola. Sí, sí. Lo sé. Entregar esos 40 kilos esta algo difícil pero no imposible, no se preocupe, no le fallaré. No soy como el resto. Gracias por confiar en mí señor— dijo el chico una pequeña sonrisa y colgó.

— Adrien, eres un hipócrita— comentó la chica de repente.

— ¿enserio? No me digas— dijo con sárcasmo.

— te lo digo enserio— dijo con molestia.

igual que tú, igual que todos

¡Hola! Lamentó que el cap esté tan corto y haya actualizado tan tarde, no tengo inspiración, y estoy pasando problemitas en mi casa, lo siento. Si les gusto el cap regálenme una estrella que saben que me ayuda mucho. Se despide dilunar. Besito (*3*)

Editado: 22/10/18

"You Are Not What I Thought"-Miraculous-AU- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora