Los Portalers han regresado

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María: ¡N-no puede ser! ¡No es cierto! , ¡no es cierto!

Chris: Pe-pero... eso significa que nuestros padres...

Marco: ¡Si son los Portalers!

María rió nerviosa.

María: ¡Ja!, seguramente es un error de la app ¿no?

Chris: Pero si es un error de la app... ¿Por qué nuestros padres tienen tantas fotos de los Portalers?

Marco: Rayos papá... yo confiaba en tí.

María se animó a sí misma para luego animar a los demás.

Narra María

¡No podemos entristecernos ahora! ¡Si ellos son los Portalers tenemos derecho a saberlo! ¡No descansaré hasta que descubra la verdad!

María: No se pongan tristes, hay que aceptarlo. Nos han mentido. Pero TENEMOS que descubrir la verdad. No podemos quedarnos así como así.

Marco levantó la cara y leyó el libro en silencio. Después le contestó a María.

Marco: Tienes razón. Es nuestro derecho saber.

Chris los miró a los dos mientras sonreía segura.

Chris: Bien, entonces ¡Hay que comenzar a investigar!

Marco: *toma el libro* Según lo que acabo de leer, nuestros padres antes vivían en una pequeña comunidad alejada de la ciudad *señala una foto del libro* Creo que sería bueno comenzar ahí.

Chris: Bien, esta noche María y yo llamaremos a los demás y les informaremos lo que descubrimos. Tú sigue informándote Marco.

María: Así , podremos salir mañana a primera hora.

Marco: Pero mañana tenemos escuela...

Chris: ¡Rayos! , no había pensado en eso.

Marco: ¿Qué les parece si después de la escuela le decimos a nuestros padres que iremos a comer pizza aunque en realidad vayamos allá?

Chris: ¡Buena idea!

María: ¡Pero les estaríamos mintiendo!

Chris: No se compara a la mentira de ellos...

El silencio reinó en la sala. Chris tenía razón. A pesar de que estaban haciendo cosas "incorrectas" sus padres lo habían hecho por mucho tiempo y nadie los atrapó, ¿Dónde quedó eso de educar con el ejemplo? En fin, María decidió romperlo.

María: Pues, *mira su reloj* ¡Genial! ¡Papá va a matarnos!

Chris también miró su reloj y puso una cara de preocupación.

Chris: ¡Son las diez!

María tomó a su hermana de la muñeca.

María: ¡Adiós Marco! Nos vemos después investiga y nosotras llamamos a las demás ¿sí?

Marco: Sí, claro ¡Adiós!

María iba maldiciendo en su cabeza, tanto por que su padre las iba a castigar y porque sus padres se dignaron a mentirles toda su bendita vida.

Aún así, trataba de mantener el poco control que tenía...

Si es que debía mantenerlo.

En fin, las hermanas Craft se miraron antes de tocar el timbre. Como siempre, Tina abrió, y tenía una cara dura.

Tina: ¿Dónde estaban? ¿Qué horas son estas de regresar a casa jovencitas?

Chris: En la biblioteca... Y sentimos llegar tarde.