Se supone que este coso estaba terminado ya, pero por alguna extraña razón me han pedido continuación(?) Y debido a los últimos acontecimientos en el manga, me ha dado ganas de escribir otra vez sobre mi adorado weon de nuevo(?)
Advertencia: Nuevamente la siguiente historia puede contener OOC, spoilers y falta de sentido. Ubicada en el arco de Book of Atlantic agregando partes de los últimos capítulos. UndertakerxVincent, UndertakerxCiel, UndertakerxBonafont, ClaudiaxUndertaker¿?
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Le fue fácil encontrarse con un médico ansioso de fama y reconocimiento, un pobre humano confiado que creyó cada una de sus engañosas palabras y que le brindaría un poco de diversión mientras observaba el comportamiento de sus más recientes creaciones.
El doctor siguió palabra por palabra cada una de sus órdenes, creía fervientemente en que la resurrección de los muertos era algo factible, y que ambos trabajarían juntos para convertirse en los nuevos salvadores del mundo. Pero había solo dos personas que Undertaker estaba interesado en salvar, y dejando al médico con sus delirios de un nuevo mundo, se perdió entre la gente, buscando una cabeza azulada.
Era natural que el pequeño y el demonio se colarían de una forma u otra, aunque aun así fue una agradable sorpresa verlo con una peluca rubia y realizando la pose del fénix. Se le escapó una carcajada en el rostro del conde y su mayordomo, ante la inmensa vergüenza del primero y la indiferencia del segundo.
— ¿Qué haces aquí, Undertaker?
— El hospital es un gran cliente mío, querido conde, por lo que debía venir. Además, es interesante, ¿no es así? La resurrección de un cadáver.
Ciel parecía querer continuar con esa conversación, pero el vizconde lo distrajo nuevamente y antes de que más preguntas surgieran y lo pusieran en evidencia, Undertaker desapareció nuevamente, lamentando no poder disfrutar más de molestar al conde.
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Caminó lentamente hasta un punto alto y oculto desde donde apreciaría su creación, se reía suavemente mientras escuchaba al doctor hablar con orgullo sobre su descubrimiento de un plan milagroso que ayudaría a mucha gente, mientras las personas presentes mostraban admiración y sorpresa.
Su primera muñeca, de piel pálida y delicada estaba recostada sobre uno de sus féretros, en una mesa, mientras sus padres lloraban desconsolados por su pérdida, el doctor volvió a intervenir y Undertaker pudo ver a su creación retorciéndose ante las descargas eléctricas que recibió, simulando de esa manera su regreso a la vida.
Ojalá así fuera. Ojalá pudiera ser tan sencillo devolverle la esencia a alguien. Pero Undertaker sabía bien lo que pasaría, sus adoradas muñecas mostraban la belleza de la muerte y nada más, perfectas máquinas que no sentían dolor, ni hambre, ni frío, y aunque le fascinaba, le divertía llegar tan lejos con los humanos, no era eso lo que estaba buscando.
Debía conseguir la perfección para su pequeño diamante azul.
Los gritos de horror se hicieron presentes, mientras la madre moría por causa de una mordida en la yugular de su hija, y luego salía de su ataúd para buscar hacer lo mismo con todo el resto de la tripulación. Vio al doctor salir huyendo como el farsante que era, mientras el demonio trataba inútilmente de dañar el corazón de su creación, y se mantuvo expectante, si tenía suerte, el joven conde podría realmente probar sus ataúdes esta vez.
...
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De pronto, estuvo rodeado de tres incautos conejos.
Y con su identidad revelada no había nada más que ocultar. O tal vez sí, aún había algo, ya que mientras sujetaba la mano de una de sus muñecas, contó a medias su plan ante la incredulidad del conde, era de quien más le importaba su reacción, pero aun debía ser muy joven para entenderlo.
Nadie vive más de mil años sin volverse loco.
Le hizo bastante gracia que intentaran acabar con él, dos shinigamis inexpertos dependientes de su visión, en cuanto sus gafas desaparecieran ellos estarían muertos, y además, un demonio que haría cualquier cosa con tal de no perder el alma que tanto ansía comer.
Y fue así como el mayordomo cayó en su trampa, como una bestia a la que le quitan su alimento, se lanzó hacia el conde en cuanto él lo sujetó. Permitiéndole acceder a su cinematic record al perforar aquel cuerpo demoníaco con todo su entusiasmo.
Los recuerdos del demonio se esparcieron por todos lados, tomó parte de la cinematic dejando que se deslizaran entre sus dedos. Era obvio que Sebastian jugaría a los mayordomos todo el tiempo que le fuera posible mientras pudiera obtener el alma del conde al final. Y eso era una completa molestia para él.
No pudo evitar que Vincent fuera consumido hasta las cenizas, por lo que ahora debía juntar a los hermanos como le fuera posible. ¿Que más da la vida y la muerte? Cuando sus creaciones sean perfectas, cuando todo sea perfecto, alejará al demonio y dejará que el conde se hunda en tristeza para que pueda convertirse también en su preciosa muñeca.
Y estarían juntos por siempre.
Y dejando a los conejos moribundos, estuvo preparado para marcharse, no sin antes recibir un ultimo intento de ataque que le hizo perder su colección de camafeos. Su único recuerdo de una Phantomhive se almacenaba en esa pieza, su bella Claudia a quien tampoco había podido salvar a tiempo, extendió su mano con desesperación para evitar que el camafeo se rompiera, pero el conde estuvo a tiempo para salvarlo y ya que ellos volverían a encontrarse pronto, dejó que lo guardara por él. Levantó su guadaña y partió el barco en dos antes de desaparecer entre risas.
I̕͜͢͡͝n͏҉̡̕͞m̛͘o̴̕͘͝r̸̀͟͠t̢̡͠a̶̵͏̨l̀͘͜í̸̛d̢͞͏͜͏á̴͡d҉
— Ah, está zona está inundada. —Murmuró mientras caminaba por entre los ataúdes, lamentando que sus botas se mojaran por el agua salada, hasta llegar al ataúd mejor resguardado de todos— Es mejor irnos, mi querido Ciel.—Rasgó las ataduras y abrió la tapa, a la vez que el legítimo conde se lanzaba hacia él para recibirlo con un mordisco directo al brazo, soltó una carcajada mientras lo acomodaba entre sus brazos— Lo entiendo, lo entiendo. Pronto tendrás tu alma, Ciel, por ahora no ganarás nada mordiéndome. —Acomodó el cabello del pequeño que aún le mordía con ganas— Falta poco para que nos reunamos con nuestro querido conde.
Y sujetando fuertemente a Ciel desapareció, viendo al barco hundirse en la lejanía, el conde solo tendría que esperar un poco más antes de su próximo encuentro, y para ese momento, Ciel sería perfecto.
Perfecto, viviendo para siempre, como él, ambos eternos. No tendría que sufrir la condena de la inmortalidad en soledad. No tendría que volver a enterrar a otro Phantomhive. Viviría danzando con sus perfectas muñecas y estarían para siempre todos juntos, mientras el resto de Londres se volviera escombros.
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Puede que escriba otra wea más actual, puede que no :u Había un concurso de escribir tu idea del final de Kuroshitsuji, así que tal vez lo haga(?) Y si quieren una wea cursi, el fic de verde esmeralda está ahí en mi perfil :v
Arigato José y más por leer <3
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Cinematic Record
Fanfic✁ ¿Cuánto tiempo llevo haciendo esto? Día tras día, tranquilamente, indiferente, arrebatando la vida de las personas. Con tanto tiempo viviendo una vida de shinigami, ha dejado de ser feliz. ✃ Ligero UndertakerxVincent & UnderCiel.