Culiao Weon

Capítulo 2

Hoy partían las clases y estoy en un colegio nuevo con mis amigos, quedamos todos en el mismo curso y es lo mejor, que haría yo sin la vale, la Nacha y el Abraham, Nada po si ellos son como mis hermanos.

—Andi si seguí así te van a echar el primer día.- me dijo la Vale mientras me sacaba del celu, aplicación culia, desde que la descubrí no la dejo de usar.

—Tranquila mujer que no va a pasar nada malo oh, es el primer día no le di color po.- Dije dándome vuelta para mirar hacia la pizarra.

—Valentina Arlen y Andrea Gomez, retirense de la clase, llevan harto rato conversando mientras yo paso materia.- mierda la vale me va a matar, primer día y ya nos sacan de la sala weon, la suerte que tengo.

—No, no, no, profe la vale no hizo nada, me estaba diciendo que prestará atención a usted, sorry.- le dije deteniendo a la Vale para que no saliera de la sala.

—Bueno Andrea entonces salga usted y próxima vez que me haga sacarla de la sala le llamaré al apoderado.- Ahh, le presto los lápices para que le de más color, me paré y me fui no más.

Me sacaron cuando la clase recién había comenzado, fui a recorrer el colegio no más, la wea era entera grande tenía cuatro baños y todos con espejos, la wea bonita. En mi colegio antiguo los baños con cuea tenían puerta, salí del baño y habían unos minos jugando a la pelota, se me ocurrió bajar las escaleras para llegar a mi sala y de pronto.

—¡Conchetumadre!.- me llegó el medio pelotazo de los minos que jugaron y como estaba en la escalera me caí weon.

Andrea la de la mala suerte, primero me sacan de la sala, después me llegan el pelotazo y más encima me saco la chucha.

—Weon estás bien, no fue mi intención, sólo que venías bajando y se me fue el tiro.- Harto malo para la pelota el Culiao Weon, pero harto rico, era un mino Alto que estaba con un poleron negro y con un gorro, era blanquito como la coca, Ah. Tenía los ojos café claro, y el pelo castaño.

—Estoy re bien en el suelo po oye, me duele el pié, creo que me lo doble cayendome.- Él tipo era muy lindo, pero aweonao, sigo en el suelo y con un dolor en el pié.

—Chucha verdad, ven te ayudo a pararte.- Me tendió la mano y me levantó del suelo.

Iba cojeando, hacia no se donde, no se donde mierda está la caga de inspectoria.

—Flaca, para donde vas, la inspectoria queda en el otro lado.- camino re bien y más encima me equivoco de dirección.

—Soy nueva po, no se donde cresta está nada y además estoy cojeando, me demoro más en caminar.- le dije apuntándome los pies, y a todos lados.

—Cabros vengo al tiro voy a llevar a la mina para que le vean el pié, si igual fue culpa mía.- le gritó a los demás de que estaban jugando a la pelota con él.