Capítulo 1

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Navegando desesperadamente entre las maravillas del Facebook, en mi gran news feed ( ya sabes lo que dicen, los parásitos de la sociedad tienen muchos amigos), veo que mi BFF aprecia una página rara. NADIEDENINGUNLADO.

1-BFF- best friendo forever... los niños de 10 años sabrán lo que digo. Puede que algunas ¨pijas¨como yo. Segín dice, este es el apelativo para nosotros los que utilizamos palabras de este tipo. 

2- ¿WTF? ¿Que rareza es esta? ¿Nadiedeningunlado?

¿De dónde la has sacado hermano? ¿Tienes tanta falta de inspiración que llegas a copiarte de raperos? Bueno, mientras que no sea alguno de mala muerte ... digamos que no es una opción tan mala. 

A Nadia le van las bromas, pienso. Le pregunto de qué v la cosa y me dice que se trata de un tío muy 'guay, que le gusta y que hace dinero de las mentes femeninas. ¿Qué diablos, de dónde ha aparecido, de otro planeta? No es por nada, pero las mujeres a día de hoy están muy emancipadas, ya se han tragado todo tipo de palabrerías. ¿Qué probabilidad hay de que aparezca algún Don Juan con aires de 'influencer', que les robe los corazones y el dinero?

Después de alabarlo como hacen las viejas con el sacerdote que las confiesa, me dice que tenemos que ir sin falta a tomar un café a 'Baz', una cafetería que el susodicho frecuenta.

 Nuestro ¨famoso¨ tiene hasta página personal, de esas donde solo tiene  sus conocidos para que no le asalten los 'fans'. Alexander Matthew (por si te sientes fuerte y crees que no puede jugar con tu mente).

Le envio una solicitud, para sentirme importante por tener al 'sexsymbol'entre mis amigos. Pasan algunos días, tiempo en el que me olvido completamente de el y toda la situación. Lo recuerdo tarde, cuando Nadia empieza a hablar día y noche sobre el café de 'Baz'. Me llevo una gran sorpresa al ver que el sinvergüenza me eliminó la solicitud de amistad. ¿Con que éstas tenemos, idiota?¿Te creerás algún tipo de superestrella? (me mordía las uñas de frustración, ya te lo imaginarás). Ya verás tu...

Pasan unos tres meses, tiempo en el que salgo con Nadia de aquí para allá, hasta que un día nos llaman unos amigos que llegan a Madrid y quisieran vernos. Nos encontramos y empezamos a dar vueltas por el 'bellísimo'tráfico de la capital a las 18:00, tratando de encontrar un lugar donde refrescarnos con algo de beber  y algunos cotilleos de actualidad.

Como por lo general pasa que tenga ideas de genio, les propongo que vayamos al famoso 'Baz', para ver que tanto tiene. Todos de acuerdo: los amigos de todos modos no conocían demasiados sitios en la capital, mi amiga Nadia toda entusiasmada... así que teníamos el plan. 

Llegamos, pedimos, hablamos, contamos todas las anécdotas del tiempo que no nos vimos. De repente, en la terraza, aparece un tipo calvo, con aires de grandeza y más grados que el Comandante del Titanic. Absorbía con asco el humo de un cigarrillo, y creo que no le faltaba mucho para vomitar del asco que llevaba encima. 

-¨Es el tía, él es Alexander.¨ Me dice Nadia

Miro atentamente, proceso la información y exclamo: ¨¡Voy a tomare una foto con él!¨

Dicho y hecho: me levanto, salgo a la terraza y le ordeno al  sexsymbol: ¨¡Matthew, vamos a tomarnos una foto!¨ (Dios, que idiota puedo llegar a ser, ¿por qué no me iluminas Diosito? ¿Cómo iba saber que el apellido era Matthew?)

-¨Que duro me has cogido¨, dice un poco asombrado probablemente por mi atrevimiento. 

- ¨Pues sí, duro, porque te lo mereces. Te mandé una solicitud en Facebook hace unos meses y me la rechazaste.¨

Hacemos la foto (bueno, foto es mucho decir; dos especímenes sin ningún talento) y le oigo:

-¨¿Cuál solicitud?¨

-¨Te lo acabo de decir. En Facebook. Reject, como a los tontos.¨

-¨¿Cómo te llamas en Face?¨, me pregunta curioso, para ver si es verdad lo que le estaba echando en cara.

-¨Anabella V¨

Me busca el muy 'él', se convence de que fue idiota (porque hombre, tampoco estoy para rechazar) y me manda una solicitud para borrar sus pecados. Se la accepto y empiezo a socializar con el desde ese día, sobre diferentes temas, evitando aquellos con tendencia sexual. 

Pasan los días y yo sigo hablando, empieza a gustarme... Casi que veo el comienzo de una amistad muy 'bonita'. No le pregunto nada de su profesión, o de su reciente popularidad adquirida en el medio online. No me interesa demasiado, me interesa lo que come para cenar, qué tal va su madre (porque me imagino que tendrá una).

Vamos así unas dos semanas, hasta que una noche salgo con Nadia y un pequeño grupo de amigos a, Freddo. 

Venga, no empieces a gritar que es de pijos ir a Freddo ... no es ningún capricho, todos hemos ido por lo menos alguna vez. A Bamboo no nos permite el bolsillo, solo en el caso de ir acompañadas de algún hijo de papaito, lo que no está demasiado bien. Y, de todos modos, está hecho cenizas ( ahora de verdad, una pena, uno de los mejores clubes del mundo decían. Proud of you!)

¿Qué hacen las chicas cuando van a un club, más aun acompañadas de sus amigos de toda la vida al lado de los cuales no tienen nada que temer? ¡Exacto, beber! (depravadas ... ¿Qué pensarán sus padres?)

Empezamos a beber, cuando ya las cosas empiezan a estar borrosas. La distinción entre realidad y ficción ya no es posible en mi cabeza. Nadie estaba bien, es más resistente a estas cosas. 

Por culpa del alcohol que se había adueñado de mi última neurona funcional, ¿qué se me pasa por la cabeza?  Mandarle un mensaje al ¨boss¨(sii, habíamos avanzado lo suficiente como para hacer cambio de números. En todo caso, no es que el quisiera, sino porque yo se lo había pedido con el mismo atrevimiento aplicado en la foto) dónde me autoinvito a dormir en su casa. Era demasiado llegar a las 5 de la mañana borracha delante de mi madre. Sip, yo soy la universitaria más triste del mundo y vivo con mi madre. (love you mommy)

No sé que tantas ganas tendría a esa hora de recibir a una loca en su casa, teniendo en cuenta que era el tipo de hombre que no aceptaba encuentros con cualquiera. Pero, porque los planetas se alinearon a mi favor, mi hombre aceptó  y me contestó brevemente, en un mensaje, que me esperaba.

Madree, que fuerte, no me lo esperaba. No me importaba ir borracha y probablemente haría el ridículo. Estaba feliz porque, gracias al alcohol, no tendría ningún miramiento. 

Me escabullo de mis amigos diciéndoles que he bebido demasiado y sería el tiempo de ir a casa y desaparezco.

Le dejo un mensaje de que ya estoy en el taxi y que en unos dos minutos puede bajar. (¡Diooos, lo mucho que duró ese trayecto! ¡Todos los semáforos estaban en rojo! )

Llego y me espera paciente frente al edificio, como todo un príncipe azul. Solo le faltaba del arsenal el caballo blanco. Me ve borracha, aplico mi estilo de 'borracha feliz'y le arranco alguna que otra sonrisa. No sé si en su cabeza estuviera pensado ¨que divertida es esta tía¨o ¨que tonta es esta¨, pero para mi estaba bien. 

Abre la puerta, entro con los zapatos puestos como una cerda, le inspecciono el oasis de paz donde pasa el  tiempo, después me doy cuenta y voy a la puerta como toda una señorita educada, a quitarme los zapatos.

De una simple visita, no quieres saber en lo que degeneraron las cosas. O sí, ¡quieres saberlo! Créeme que no te lo puedes imaginar.  





Mi vida con un bipolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora