Capítulo 2.

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Narra Ana

Aquella noche me iba a costar mucho dormir, las clases empezaban a la mañana siguiente y estaba muy nerviosa, esas dos semanas que estuvimos en corea antes de empezar nos centramos en encontrar un trabajo y gracias a dios lo conseguimos, yo trabajaba en una tienda de ropa que había cerca de mi apartamento por las tardes y los fin de semanas los tenía libres, Paula encontró trabajo en una cafetería que estaba dentro del campus así que ella tampoco tenía que trabajar el fin de semana, al menos podríamos vernos un par de días.

Me preparé todo por la noche para no tener que levantarme muy temprano y entonces me fui a la cama con la esperanza de no tardar mucho en dormirme.

Había pasado varias veces por delante de la universidad pero nunca había entrado así que me daba bastante miedo perderme por ahí, la verdad. Paula iba con ventaja porque ya que vivía ahí la había visto el día anterior, pero yo no tenía ni idea de dónde estaban las clases ni la cafetería ni nada.

Me desperté al día siguiente después de haber escuchado unas cuantas veces la alarma, miré la hora y eran las 7:45. Me había quedado durmiendo.

Me vestí y salí corriendo de mi casa para coger el bus. Aunque me pillase un piso para poder ir a la universidad todavía estaba un poco lejos, así que llegaba antes cogiendo un bus que yendo a pata. Me quedé durmiendo un rato en el bus hasta que llegase a la universidad, que aunque fuera un trayecto de unos 15 minutos había que aprovechar.

Dónde cojones estoy

Al parecer me había quedado durmiendo de más, miré la hora y eran las 8:40. Genial. Me bajé enseguida del bus y no tenía ni idea de dónde estaba, si me conocía poco mi zona imagínate esta que no sabía ni cuál era. Miré mi móvil para buscar en el maps dónde estaba, pero me di cuenta de que tenía un 3% de batería y decidí dejarlo para cuando estuviera más desesperada.

Vi una cafetería y decidí entrar para desayunar, que como me había levantado tarde no me había dado tiempo ni siquiera a comer algo.

Entré, le pedí a un camarero muy mono un café con hielo y me senté en una mesa que había vacía, aunque la mayoría estaban vacías. Me lo trajo enseguida, le eché el azúcar y lo removí, pero cuando fui a echarlo al vaso con el hielo me lo tiré todo encima. Estaba claro en verda.

— Soy un puto desastre— dije cuando me lo tiré encima, a lo que vino enseguida el camarero con un paño mojado para limpiar lo que había ensuciado

— No pasa nada, la mayoría de la gente cuando se pasa el café al otro vaso lo suele tirar mucho más — dijo riéndose — tranquila, ahora te traigo otro, invito yo.

— No hace falta, ha sido mi culpa

— Da igual, yo quiero invitarte— se fue llevándoselo todo sin que yo pudiera decirle nada más

Volvió enseguida con otro café y otro vaso con un hielo, le echó el azúcar al café, lo removió y lo echó en el otro vaso sin derramar ni una sola gota.

—¿Cómo cojones lo haces?

—La práctica, supongo—me acercó el vaso— aquí tienes.

—Gracias por invitarme y por evitar un segundo desastre

—De nada, por cierto, cómo te llamas?

—Ana, ¿y tú?

—Jang Minhyuk— No había mucha gente en la cafetería a esas horas porque todavía era muy pronto, así que se podía entretener hablando conmigo.

Me estuvo contando que él estudiaba también criminología en la misma universidad que yo, pero que él estaba en cuarto y tenía horario de tarde, y las mañanas se las pasaba trabajando allí.

Don't Leave Me [NCT].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora