13 Pecados. ©

PRÓLOGO

MADISON.

—Tienes que estar bromeando.—Le dijo Howard a Daniel.— ¿Cómo se te ocurre hacer eso?

—Ella se lo buscó.— Se excusó.

—¡¿Ella se lo buscó?! ¡Por dios Daniel, casi la matas! ¡Ya ni siquiera puede hablar!—Le responde Howard furioso.  Creo que se refiere a mí.

—¡¿Que mierda querías que hiciera?!

—¡Eres un maldito idiota! ¡¿Acaso no la amabas?!—No sé a donde se dirige a ésta conversación, pero no pinta nada bien.

—¡Esa perra me estaba engañando, era lo mínimo que se merecía!—Dice señalándome, tengo miedo nuevamente. Trato de hablar pero no puedo. ¿Qué me sucede?

—¡¿PERRA?! ¡YO LA AMABA!—Le dice Howard a su hermano.

—¿Qué?—Responde Daniel anonadado por la respuesta de Howard. ¿Cómo se le ocurre decir eso?

—¡Si! ¡Conmigo era con quien estaba las noches en las que tú te ibas a beber durante horas!— Grita exasperado, mirándolo desafiante.

—¡Eres un imbécil!—Daniel lo mira con una mirada asesina y calculadora, como cuyo animal salvaje mira a su presa, en eso veo como Daniel se abalanza hacia Howard para golpearlo. ¡Por dios, ya paren!

No puedo creer la situación en la que me encuentro, están forcejeando y no puedo tratar de detenerlos, intento moverme, ir hacia ellos y frenarlos pero no puedo.

Howard está rojo de la ira, no se que puede llegar a hacerle a Daniel en ese estado. Daniel está borracho, tal como está podría cometer una locura.

 En ese instante Howard golpea a Daniel, éste intentando esquivar el golpe pierde el equilibrio, cayendo, golpeándose con mi mesita de noche, veo como brota la sangre de su cabeza y sólo puedo limitarme en mirar tal escena.

Howard se da cuenta de lo indefenso que Daniel se encuentra, se lanza sobre él y comienza a golpearlo como una bestia salvaje, como si su vida dependiese de ello. Cada vez Daniel está peor, sangre empieza a brotar de su boca, nariz y su herida en la cabeza empieza a manar mucha más sangre, lo está asesinando. Trato de gritar pero no puedo, quiero hacer algo pero tampoco puedo, esto es horrible. Sólo puedo llorar, miles de lágrimas salen de mis ojos al ver un cuerpo tendido en el suelo, está muerto. Sólo puedo atenerme a ver a mi esposo con el rostro desfigurado, con una expresión de sorpresa en este, sus ojos tan abiertos que podrían salirse de sus órbitas, con cierta oscuridad que jamás había visto en ellos, sus ojos estaban tan vacíos, tan muertos.

En ese instante Howard gira la cabeza, me mira y se dirije hasta mí colocándose de cuclillas delante de mí.

—Shhhh, ya no llores, todo estará bien.—Me dice tocando mi mejilla con su pulgar, llenándome de sangre. Su mirada, la estudio por unos segundos, sus ojos reflejan cierta serenidad y placidez aunque a su vez es desquiciada, son los ojos de un asesino.

Todo estará bien... 

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Hola guapura♥ si te gustó este capítulo y seguirás al tanto de la historia pues... TE AMO CON TODO MI CORASAO. Gracias por leer, es un gusto tenerte como lector. 

Te has ganado un espacio en mi cora♥. 

Que disfrutes la historia.

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