Capitulo II

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Después de unos días desde que me dio su número de teléfono me puse enfermo y no salí por las tardes como de costumbre y ese mismo día por la tarde tocan el timbre y yo me levanto y bajo y abro la puerta y era aquella bella dama que aún no sabía su nombre y la deje pasar y le serví una taza de café y hablamos sobre nosotros y nos presentamos y nos contamos nuestros pasatiempos, nuestros gustos. Ella era la chica ideal para mí y cuando se fue, mi corazón se apagó y mi autoestima bajo y sin ella sentía un vacío profundo y ella también me contó que los días que no nos encontramos eran deprimentes y vacíos igual que su corazón y que eso no sería lo mismo si nosotros dos estuviéramos lejos, soñé con ella todas las noches y no podía parar sin pensar en ella.

El despertar con el amor de tu vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora