Capítulo III

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Después de aquella semana de gripe y tempestades de agua que nadie podía salir de sus casas, me vestí elegante ya que había quedado con Cheryl la bella dama de aquéllas semanas atrás, la mujer que me robó el corazón y mi alma, sería mi primera cita con una mujer y posiblemente sería mi primer noviazgo, relación o quién podría pensar en un matrimonio. Fuimos a uno de los mejores restaurantes de todo Miami, fue una cena romántica en la playa bajo la luz de la luna llena, ese paisaje era uno de mis paisajes favoritos ya que yo admiraba mucho la luna y las estrellas y uno de mis sueños era viajar en la luna o ser como el principito, aquella velada fue inolvidable y increíble junto a ella, la chica ideal, la chica que todo hombre desearía tener. Después de la cena y el postre nos descalzamos y caminábamos agarrados de la mano por la orilla y cuando estábamos debajo la luz de la luna llena, le conté cómo me sentía sin ella y lo que siento por ella, un mundo sin ella era como un agujero negro en el espacio, un hombre raro en el inframundo y allí fue nuestro primer beso y la luna fue testigo de nuestro amor a primera vista

El despertar con el amor de tu vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora