1-Dulce criatura.
2-Alcohólico.
3-Frío.
4-Regresa, mi amor.
5-El club de los secretos.
6-Mi hermoso salvador.
7-Olivia.
8-Recuperando el amor.
9-Yo casado, ¿y tú?.
10-Two ghosts
11-Mirada de ángel (vampiros).
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Era una gélida noche de otoño, cuando Jay Tomlinson apenas llegando a su casona vio por la ventana de su vehículo, un bulto cerca del muro.
—Zayn para el coche. Mira ahí , ¿qué demonios será eso?.
—No lo sé señora—dijo el beta que trabajaba como chófer de la familia.
La omega intrigada abrió la puerta seguida de su morocho empleado.
—Tenga cuidado señora, puede ser peligroso.
Jay tocó aquél bulto de arapos y de este salió un leve quejido, entonces Zayn lo movió y con sorpresa contemplaron que se trataba de una persona.
—¿Está usted bien?—preguntó el morocho.
De repente este descubrió su cara y los miró fijamente.
—¡Oh por Dios! Pero si tan solo es un niño—dijo con horror la omega.
—Pequeño... ¿qué haces aquí?, vas a congelarte, anda levantate y vete a tu casa con tus padres.—Habló el chófer de nuevo.
—N-No puedo re-regresar, ellos me re-repudian y me e-echaron a la c-calle—dijo el muchacho temblando por el frío.
Zayn y Jay se miraron.
—No podemos dejarlo aquí o se morirá. Anda ayúdame, lo llevemos dentro. No cargaré sobre mi conciencia la muerte de un niño—dijo la omega con decisión mientras se inclinaba para agarrarlo.
—Si señora—Dijo el chófer agarrándolo también.
—Ven con nosotros pequeño, ¿Tienes nombre acaso?.
—S-Si señora, me lla-llamo Harry..
—Bien Harry, yo soy Jay Tomlinson y esta es mi casa, allí dentro estarás caliente y podrás comer algo.
—Mu-Muchas g-gracias se-señora.
Tras meterlo en el coche, omega y beta entraron también y después de abrirse la gran berja, Zayn los llevó hasta la entrada principal.
La omega rápidamente entró en casa y llamó a sus doncellas y al mayordomo para que le ayudasen con el muchacho.
Jay ordenó una de las omega de su servicio que le preparasen un baño a Harry y que cogiesen ropa limpia de su hijo Louis para que se la pusiese y a la cocinera que le preparase una sopa caliente y nutritiva pues seguro estaría hambriento.
Mientras entre Peter, el mayordomo y ella ayudaron al ojiverde hasta el baño de invitados, una vez allí, el beta lo ayudó también a desvestirse y entonces comprobó el horror.
Bajo todo aquel montón de arapos viejos, se encontraba del escuálido, blanquecino y golpeado cuerpecito del pequeño omega y tras dejarlo en la espumosa y caliente agua, este salió de allí.
